Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Cartas de los lectores Enviar carta a la directora
Vicente Jorge Cruz Delgado

Carta enviada por Vicente Jorge Cruz Delgado

Miércoles, 16 de Febrero de 2022

  

Una calle para mis padres. Una calle para los tuyos.

A muchos de ustedes les habrá pasado como a mí, que cuando vamos paseando por las calles de nuestros pueblos y ciudades y vemos cómo se llaman algunas de ellas, aparecen nombres de personas importantes que dejaron un legado para ese pueblo o ciudad, o para un país entero, o incluso para todo el mundo, pero que, incluso en algunas ocasiones, no les conocemos por uno u otro motivo. Y no quiero decir con esto que no merezcan estar ahí, tener su calle, su avenida, o su plaza, ni mucho menos, pero ¿no se han preguntado nunca si hay muchas más personas que han merecido o merecen su calle pero jamás la tendrán? Yo soy de esos que sí se lo ha preguntado muchas veces. Y son mis padres las primeras personas en las que pienso. Sí, mi padre y mi madre. ¿Por qué no? Y los de ustedes. ¿Por qué no también? Sí, probablemente no haya calles ni plazas suficientes para todos, pero... debería...

Mis padres, como probablemente también los tuyos, desde que me tuvieron a mi y a mis hermanos, renunciaron prácticamente a todo para que creciéramos sanos de cuerpo y mente, y sobre todo para que fuéramos felices. Sacrificaron gran parte de su felicidad por la nuestra. Se dedicaron a trabajar, educar, enseñar, aconsejar, divertir, amar, aprender, sufrir, sonreír, llorar, consolar, inculcar valores, etc, etc, etc, por y para nosotros, y todo esto durante muchos años y...sin recompensa alguna. Bueno, sí, ver que finalmente nos convertimos en esos adultos independientes que somos hoy en día, con virtudes y defectos, como todos. Hasta en eso han sido cero egoístas, pues no han pretendido nada más. ¿Y cómo hicieron todo esto? Con honradez, con paciencia, con amor, con las mejores intenciones.

Y ¿ahora qué?... Nadie se acuerda de ellos, de su esfuerzo, de su honestidad, de su valentía, de su amor... Bueno, sí, mis hermanos y yo. Tus hermanos y tú. Pero algún día no estaremos aquí para recordarles, para contárselo a nadie. Sí, a lo mejor mis hijos sí llegarán a saber lo increíbles que fueron sus abuelos como padres cuando yo se los cuente (todavía no porque son pequeñitos). Pero ¿y mis nietos, y mis bisnietos, etc? Con suerte habrán visto alguna foto antigua de sus antepasados y con mucha más suerte a lo mejor sabrán cómo se llamaban si tuvieron un poco de curiosidad. Pero nada más. No sabrán lo increíbles que eran sus bisabuelos, sus tatarabuelos. Ya nadie les recordará. Y eso, no sé a tí, pero a mí me mata.

Por todo ello, no digo que Albert Einstein, o John Lennon, o Federico García Lorca, o Benito Pérez Galdós no merezcan sus calles, sus avenidas y sus plazas, ni muchísimo menos, pero creo que mis padres, como seguramente los tuyos, merecen al menos un huequito en la historia de la humanidad, merecen también ser recordados, pues ellos también han logrado una cosa muy muy importante, y es que, gracias a ellos, este mundo es mucho mejor.

Por tanto, una calle para mi padre, Vicente Sergio Cruz Medina, y una calle para mi madre, María Amparo Delgado Méndez. Y una calle también para los tuyos.

Con todo mi amor, para mis padres

Vicente Jorge Cruz Delgado.

MASPALOMAS AHORA - NOTICIAS DE ACTUALIDAD

Ir al contenido
Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.