Cases insta a los familiares a seguir adelante y a servir de apoyo a los que quedan

Durante la homilía en el funeral por los fallecidos en el siniestro aéreo, que ha estado presidido por los Príncipes de Asturias, Cases ha recordado que desde el 20 de agosto, día del accidente, "toda Canarias se ha cubierto de un manto de dolor, como toda España y como tantos y tantos lugares del mundo". Un dolor ante el que "no es fácil decir una palabra que pretenda dar sentido a lo vivido, cuando uno se ha rendido ya a la tragedia y sabe que no puede buscar comprender lo que no tiene sentido". Pese a ello, ha animado a quienes perdieron a algún allegado en el accidente a continuar hacia adelante "para seguir ayudando a los que quedan, y poner el brazo para que se apoyen otros y para que uno experimente que la propia vida sigue sirviendo para alguien". Cases, que ha trasladado a los familiares de las víctimas los múltiples mensajes de solidaridad y apoyo llegados de toda España, ha afirmado que cuando el dolor "es tan crecido" la presencia cercana y el silencio "son más elocuentes que el ruido de los discursos". Así es como él mismo actuó -ha recordado el obispo con la voz entrecortada por la emoción- cuando llegó a IFEMA la madrugada del 20 al 21 de agosto para dar consuelo a las familias, a quienes aseguró que no venía a convencerles de nada, sino a estar con ellos "con el silencio o con la palabra, simplemente a estar, a recoger una lágrima y a escuchar una queja dolorida". El obispo ha agradecido la presencia en el templo de los Príncipes de Asturias, del resto de autoridades y de muchos ciudadanos, que ha supuesto un "testimonio" del apoyo y de la solidaridad de toda España con las víctimas y los heridos "que todavía buscan recuperación en clínicas y hospitales".