El guadiana de las boutades

Cada vez que Juan Fernando López Aguilar desaparece de la Isla, ciertos medios de comunicación se quedan sin publicar sus ocurrencias. Lo que les genera pesadumbre; en especial, porque esas ausencias se repiten con demasiada frecuencia. Suerte que Juanfer aprovecha sus estudiadas reapariciones para mejorar sus “boutades” (Sustantivos cuyos usos y abusos a él le parece que le da finura). Con las declaraciones del ex ministro el optimismo vuelve a ocupar las portadas de los periódicos amigos y los minutajes de oro de las radios cómplices y sobretodo, de la manipulada TVE en Canarias. Aunque para mí y otros muchos, esas salidas de tono que pretenden ser ingeniosas, sin conseguirlo, son una sarta de gilipolleces; como la última que dijo: “Coalición Canaria quiere modificar el Estatuto de Autonomía para cambiarle el nombre a Gran Canaria”. ¡¡Menuda gilipolles!! Cuándo se dará cuenta este candidato para todo, que más vale caer en gracia que ser gracioso. Durante este último año he seguido los ciclos de desapariciones y apariciones del dirigente estrella del PSOE, y he de admitir que hace mutis por el foro con más habilidad que el mejor de los actores de la comedia… y la tragedia. Digo la tragedia, porque cuando se le pillan en algún fallo (Que no son fallos, sino evidencias de que lo que él dice son fabulaciones de su enfebrecida cabeza), desaparece como por encanto. Así sucedió cuando se descubrió que su impecable programa electoral era copiado, o cuando quedó claro que no le nombrarían Ministro de Asuntos Exteriores, ni de nada; o cuando se formaron las Cortes Generales y ni siquiera le encargaron que fuera miembro de la Mesa, o portavoz, o secretario de grupo parlamentario, o embajador en Washington o en Caracas. O que sé yo de cuantas cosas dijo él que iba a ser y no ha sido. (Sólo después de mucho rogar le mandaron a presidir una Comisión, que es la misma por la que Román Rodríguez cobraba en la anterior legislatura. Los retornos de Juanfer a la Isla se caracterizan por ser silenciosos y sigilosos, cual felino que se agazapa en espera de una confiada presa sobre la que lanzarse para a dentelladas de epítetos dejarla fuera de juego. No importa que el cervatillo sea su antiguo protector, el que le introdujo en el aparato central del Estado y luego pidió favores en la ULPGC para que le reservara la plaza de catedrático. No hay distinción cuando la agresión es salvaje. Por otra parte, el decorado selvático, se lo presta el aparato mediático amigo (prensa, TVE y radio); resignados ya a trasladar la mejora de la cuenta de resultados para el día en que Juan Fernando López Aguilar llegue al poder. ¿Qué poder? Porque esa es otra. ¿Retornará Juanfer en el 2011 a presidir la candidatura al Gobierno de Canarias? ¿Tendrá el cerebro desentumedecido como para encabezar en el 2012 la lista al Congreso de Diputados? ¿Le dejarán José Blanco y María Teresa Fernández encabezar la próxima lista al Parlamento Europeo? ¿Se convocarán por fin elecciones a presidir el cónclave del Universo, para que Juanfer pueda concurrir a las mismas? Como comprobará el lector hay muchos interrogantes en juego como para que los medios de comunicación en los que Juanfer se apoya, tengan la certeza de que apostando por un solo podenco aseguren la mejora de la cuenta de resultados (escribo lo de podenco en sentido figurado, no quiero tener problemas con los amigos de Juanfer). Pablo Rodríguez Valido es presidente de Jóvenes Nacionalistas de CC en Gran Canaria y miembro de la Ejecutiva Nacional de CC.