Las noticias más leídas no siempre son las más espectaculares, pero casi siempre son las más reveladoras. A lo largo de 2025, los lectores de Maspalomas Ahora fueron señalando, mes a mes, cuáles eran sus preocupaciones reales: la vivienda, la convivencia, la identidad, la seguridad, el clima, la limpieza, la confianza en las instituciones y el uso —correcto o perverso— del espacio común. Doce meses, doce historias y un mismo territorio intentando sostener su equilibrio.
Enero: cuando la vivienda dejó de ser refugio
El año comenzó con un conflicto que trascendía lo jurídico para instalarse en lo social. El caso de una vecina de Mogán, obligada a destinar su vivienda a explotación turística, puso en primer plano la inseguridad sobre el derecho a disponer de lo propio. La noticia conectó de inmediato con miles de lectores del sur de Gran Canaria, donde la línea entre residencia y uso turístico lleva años difuminándose.
Más allá de un expediente concreto, enero reflejó un malestar profundo: la sensación de que las reglas pueden cambiar a mitad de partido y de que los derechos adquiridos ya no ofrecen certezas. La vivienda dejó de ser refugio para convertirse en campo de batalla legal y política.
Febrero: la memoria que sí une
Tras el choque inicial, febrero ofreció un raro punto de consenso. La propuesta de rendir homenaje a Francisco Montesdeoca, “Paco el Peluquero”, despertó una respuesta masiva porque apelaba a valores compartidos: identidad, esfuerzo, arraigo y comunidad.
En un municipio tan diverso como San Bartolomé de Tirajana, la figura de Paco simbolizaba algo más que una trayectoria personal. Representaba una forma de estar en el barrio y en la vida pública. Su reconocimiento fue leído como un acto de justicia emocional en un año marcado por la tensión.
Marzo: el espacio público como frontera
La denuncia de un asentamiento improvisado en Playa del Inglés volvió a situar el espacio público en el centro del debate. Salud, convivencia e imagen turística aparecieron entrelazadas en una noticia incómoda, sin soluciones simples.
Marzo evidenció una realidad persistente en las zonas turísticas del sur: el choque entre derechos, miedos y responsabilidades. La calle se convirtió en frontera visible de problemas estructurales que no se resuelven solo con desalojos ni con silencio administrativo.
Abril: cuando la basura deja de ser invisible
En Lomo Gordo, los vertidos acumulados junto a un talud actuaron como detonante de un malestar vecinal que llevaba tiempo gestándose. Quejas reiteradas, competencias cruzadas y una imagen degradada del entorno hicieron de abril uno de los meses más leídos.
La noticia funcionó porque retrataba algo reconocible en muchos barrios: la sensación de abandono cotidiano. La limpieza dejó de ser una cuestión menor para convertirse en símbolo de la relación entre vecinos y administración.
Mayo: el adiós que dolió
La muerte de Jabicombé introdujo un cambio de tono. El humorista grancanario representaba una forma de comunicar cercana, popular y profundamente canaria. Su fallecimiento generó una reacción emocional que trascendió generaciones y municipios.
Mayo recordó que la cultura popular también construye identidad y que las figuras queridas actúan como puntos de encuentro en tiempos de división. No fue solo una despedida, fue un reconocimiento colectivo.
Junio: la fragilidad cotidiana
Un atropello grave en la GC-500 devolvió la atención a un problema recurrente: la seguridad vial en un municipio atravesado por carreteras turísticas. Peatones, tráfico intenso y horarios nocturnos conforman una combinación de riesgo permanente.
La noticia fue leída como advertencia. Vivir en un destino turístico implica asumir peligros diarios que muchas veces se normalizan… hasta que el accidente ocurre.
Julio: el mar como mensaje
El avistamiento de un ejemplar de Aplysia fasciata en aguas de Gran Canaria aportó una pausa reflexiva en mitad del año. El interés no fue solo científico, sino simbólico.
Julio conectó con una sensibilidad ambiental creciente y con la relación histórica del sur con el mar. El ecosistema marino apareció como indicador silencioso de cambios más amplios que ya no pasan desapercibidos para la ciudadanía.
Agosto: cuando el clima dejó de sorprender
Lluvia, relámpagos y calor sofocante en pleno aviso por altas temperaturas. El episodio vivido en Maspalomas sorprendió, pero también confirmó una percepción cada vez más extendida: el clima se ha vuelto imprevisible.
Agosto fue leído como señal de algo más profundo. Las anomalías meteorológicas dejaron de ser anécdotas para convertirse en parte de la conversación diaria, con impacto directo en residentes y turistas.
Septiembre: ordenar para convivir
La inauguración del primer punto oficial de vertido para caravanas en El Tablero marcó un punto de inflexión. Tras meses de debate, septiembre mostró una respuesta concreta desde la administración local.
La noticia interesó porque hablaba de planificación, convivencia y turismo sostenible. Un intento de ordenar una realidad creciente para reducir conflictos y proteger el entorno.
Octubre: la confianza dañada
La sentencia de la operación Bife reabrió una herida sensible. Carne en mal estado, establecimientos conocidos y condenas sin ingreso en prisión alimentaron una percepción de impunidad.
Octubre puso sobre la mesa una cuestión clave para el sur turístico: la confianza. En la restauración, en los controles y en la justicia. Cuando esa confianza se resiente, el impacto es colectivo.
Noviembre: el riesgo compartido
La llegada de la borrasca Claudia activó alertas, suspendió clases y obligó a extremar precauciones. Más allá del parte meteorológico, noviembre mostró cómo la población responde ante situaciones de riesgo.
El clima volvió a condicionar la vida cotidiana y la información local se convirtió en herramienta de protección y prevención.
Diciembre: cuando la normalidad se quiebra
El desmantelamiento de un punto de venta de droga en una barbería de Bellavista cerró el año con crudeza. Un negocio aparentemente normal utilizado como tapadera sacudió la sensación de seguridad en San Fernando de Maspalomas.
La noticia fue leída masivamente porque rompía una idea peligrosa: que ciertos problemas siempre ocurren lejos. Diciembre recordó que la vigilancia y la actuación policial siguen siendo esenciale
Las doce noticias más leídas de 2025 dibujan un retrato claro del sur de Gran Canaria: un territorio vivo, tensionado, diverso y exigente. Los lectores de Maspalomas Ahora no buscan solo titulares, buscan contexto, cercanía y respuestas.
Lo que más se leyó no fue casualidad. Fue una declaración colectiva de prioridades.
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