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SUCESOS

Un vuelo Madrid–Medellín se desvía a Gran Canaria por un pasajero conflictivo con intervención policial y sanitaria

El avión aterrizó sin incidencias en el Aeropuerto de Gran Canaria tras activarse un protocolo de seguridad por un pasajero disruptivo que posteriormente presentó una crisis de ansiedad

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Jueves, 25 de Diciembre de 2025
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Un vuelo transatlántico con origen en Madrid y destino Medellín, en Colombia, se vio obligado este jueves 25 de diciembre a desviarse de su ruta prevista y aterrizar de emergencia en el Aeropuerto de Gran Canaria, después de que la tripulación alertara de la presencia de un pasajero conflictivo a bordo y solicitara la intervención de las fuerzas de seguridad a su llegada.

Según la información facilitada por Controladores Aéreos de España, la tripulación comunicó a los servicios de control aéreo la necesidad de un desvío urgente al aeropuerto grancanario ante una situación de alteración del orden en cabina provocada por un pasajero con comportamiento disruptivo, activándose de inmediato los protocolos de seguridad establecidos para este tipo de incidencias en vuelo.

Durante la aproximación a Canarias, los controladores coordinaron una ruta y maniobra de aterrizaje prioritaria con el objetivo de minimizar el tiempo de vuelo adicional y garantizar la seguridad tanto de los pasajeros como de la tripulación, en una operación que se desarrolló sin contratiempos técnicos ni operativos.

Una vez confirmada la situación a bordo, y de forma preventiva, se solicitó la presencia policial en tierra para hacerse cargo del pasajero implicado, una actuación habitual en casos de alteraciones graves del orden durante un vuelo comercial, especialmente en trayectos de largo recorrido.

Posteriormente, y ya con el avión en fase final de aproximación al Aeropuerto de Gran Canaria, la tripulación requirió también asistencia sanitaria, al informar de que el pasajero conflictivo presentaba una crisis de ansiedad, lo que motivó la movilización simultánea de recursos policiales y médicos en las instalaciones aeroportuarias.

El aterrizaje se produjo sin incidencias y bajo condiciones normales de seguridad, permitiendo una rápida intervención de los servicios de emergencia y de las fuerzas de seguridad, que actuaron conforme al protocolo establecido para este tipo de situaciones excepcionales.

Fuentes de control aéreo destacaron la coordinación entre los distintos servicios implicados, subrayando la importancia de la respuesta conjunta para resolver este tipo de episodios con la mayor rapidez posible y evitando riesgos innecesarios para el resto de pasajeros y la operativa del aeropuerto.

El desvío del vuelo tuvo lugar en una jornada especialmente sensible por el elevado tráfico aéreo propio de las fechas navideñas, en las que se incrementa notablemente el número de vuelos internacionales y de largo recorrido con paso por el espacio aéreo canario.

Desde Controladores Aéreos de España se reiteró públicamente el respaldo a las tripulaciones y a los pasajeros que se ven afectados por este tipo de situaciones, recordando que los incidentes provocados por pasajeros conflictivos se están produciendo con mayor frecuencia en los últimos años, generando tensiones innecesarias en vuelos comerciales.

El caso vuelve a poner el foco sobre la complejidad de gestionar episodios de alteración del comportamiento en entornos cerrados como la cabina de un avión, donde la seguridad colectiva depende en gran medida de la rápida detección del problema y de la capacidad de actuación coordinada entre tripulación, controladores y servicios en tierra.

Gran Canaria, por su posición estratégica en rutas transatlánticas, actúa con frecuencia como aeropuerto alternativo para vuelos internacionales que requieren aterrizajes no programados, una circunstancia que permite dar respuesta eficaz a emergencias médicas, técnicas o de seguridad en pleno océano Atlántico.

El Aeropuerto de Gran Canaria recuperó su operativa habitual tras la intervención, sin que se registraran afectaciones relevantes al tráfico aéreo programado, mientras el vuelo afectado quedó a la espera de la resolución del incidente para valorar su continuidad hacia el destino final.

Este nuevo episodio refuerza la importancia de mantener y actualizar los protocolos de actuación ante pasajeros disruptivos, una problemática creciente que supone un desafío tanto para las aerolíneas como para los organismos de seguridad y control aéreo.

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