Nadie lo vio llegar, pero sí quedaron las pruebas. Esta tarde fue captado en plena travesía por las Dunas de Maspalomas, en silencio y sin testigos, como solo él sabe hacerlo. Todo apunta a que aterrizó con total discreción.
Puede que se diera un baño rápido lejos de miradas curiosas activando su famoso botón de invisibilidad. No hay confirmación, solo indicios y una imagen que habla por sí sola.
Pero, los más pequeños pueden ver a través de un mapa, dónde está en tiempo real y seguir cómo reparte regalos en diferentes países, desde su salida hasta que llega a cada hogar. Una forma de hacer la espera de los regalos mucho más divertida.







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