Lucía Jiménez, periodista y fundadora y presidenta de la Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo (Acavite), falleció este sábado en Málaga, ciudad a la que se había desplazado para participar en un homenaje al fiscal Luis Portero, asesinado por ETA en 2001. Su muerte se produjo tras una indisposición sufrida durante el viaje, que motivó su traslado a un hospital y un alta voluntaria al encontrarse aparentemente recuperada.
Jiménez dedicó buena parte de su vida a evitar que la memoria de las víctimas canarias del terrorismo quedara relegada al olvido. Desde Acavite impulsó el reconocimiento de las 281 personas afectadas por atentados atribuidos al Frente Polisario.
Una causa marcada también por su historia personal: su padre resultó gravemente herido en el ataque perpetrado en enero de 1976 en las minas de fosfatos de Fos Bucraa, en el Sáhara Occidental, y falleció años después a consecuencia de aquellas lesiones.
La periodista defendió de forma constante que el terrorismo no fue un fenómeno exclusivo de la España peninsular y subrayó que la lejanía geográfica de las islas no las hizo ajenas a la violencia ni al sufrimiento de familias rotas.
Su fallecimiento deja un vacío en el periodismo y en el movimiento asociativo vinculado a la memoria y la dignidad de las víctimas del terrorismo en Canarias. No obstante, su compromiso y su voz permanecen.







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