La borrasca Emilia empieza a dejar atrás su rastro de mal tiempo en Canarias. Las nevadas han cesado en las cumbres de Tenerife, el viento ha perdido fuerza y el riesgo de inundaciones costeras ha desaparecido tras pasar el peligro de saltos de olas sobre paseos marítimos, zonas de baño y carreteras cercanas a la costa.
Sin embargo, las condiciones marítimas siguen siendo peligrosas. El oleaje de mar combinada podría alcanzar y superar los 3,5 metros de altura en zonas del norte y noroeste de Gran Canaria y Tenerife, así como en los litorales de Lanzarote, Fuerteventura, La Palma, La Gomera y El Hierro.
Las autoridades recomiendan no acercarse a muelles, espigones ni zonas donde rompan las olas y mantener máxima precaución.
Por su parte, el riesgo de inundaciones costeras ha desaparecido, al pasar el peligro de saltos de olas sobre paseos marítimos, zonas de baño y carreteras cercanas a la costa.
El alivio, sin embargo, no es total. Lanzarote y Fuerteventura permanecen en prealerta por lluvias, que serán en su mayoría débiles, aunque no se descartan chubascos localmente fuertes o tormentas.
Los expertos recuerdan que, aunque la borrasca afloja, conviene mantenerse informado sobre la evolución del tiempo. Cambios pequeños en la trayectoria de sistemas meteorológicos pueden modificar la intensidad y ubicación de las precipitaciones, especialmente en zonas costeras y de montaña.







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