La vivienda centra el debate en Canarias tras dos años de cambios profundos

El I Congreso de Vivienda de Canarias abrió una semana de trabajo que reúne a administraciones, especialistas y agentes del sector para analizar la evolución del mercado residencial en el Archipiélago y debatir nuevas fórmulas que permitan dar estabilidad a una política marcada por cambios legislativos, reactivación de la construcción pública y medidas orientadas a contener la presión tanto en la oferta como en la demanda.

Durante la inauguración se expusieron los ejes centrales de esta estrategia, centrados en ampliar el parque público, facilitar el acceso a la vivienda habitual y contener el porcentaje de ingresos que deben destinar las familias al pago del alquiler o la hipoteca.

Entre las iniciativas en marcha se recordaron los decretos ley para agilizar la edificación, la movilización de suelo, la activación de más de 2.000 nuevas viviendas protegidas y la reciente modificación de la RIC para canalizar inversión privada hacia la vivienda habitual.

El debate abordó también intervenciones en la demanda, donde se planteó la posibilidad de que los ayuntamientos limiten la compraventa de viviendas a no residentes en zonas de fuerte tensión; así como la negociación con entidades financieras para reducir las barreras de acceso al crédito que hoy enfrentan los jóvenes.

Uno de los anuncios principales fue la futura modificación de la Ley de Vivienda de 2003, considerada desfasada ante la realidad actual del mercado.

A ello se suma el proyecto piloto de la Bolsa de Vivienda en Alquiler Asequible, que permitirá incorporar viviendas vacías de particulares mediante garantías, incentivos y gestión integral, con rentas entre un 20% y un 25% inferiores al precio de mercado.

Al cierre del acto, el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, defendió que el Ejecutivo trabaja para que la ciudadanía “pueda acceder a una vivienda sin hipotecar su futuro”, mientras que el consejero de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad, Pablo Rodríguez, subrayó que el Archipiélago “ha avanzado en dos años más que en la última década” gracias a una política “seria, planificada y orientada a dar respuestas reales”.