Fallece Ángel Marrero Rivero, pionero de la hostelería y figura clave en la historia turística de Maspalomas

El sector turístico y hostelero de Canarias despide hoy a Ángel Marrero Rivero, uno de sus grandes referentes y una figura fundamental en la profesionalización de la coctelería y la hostelería en Maspalomas desde finales de los años sesenta. Su fallecimiento deja un profundo vacío en la comunidad local, que pierde a un impulsor incansable del buen servicio, la formación profesional y el trabajo asociativo.

Marrero fue un pionero del sector desde 1968, cuando contribuyó a elevar el nivel de la hostelería en un Maspalomas que comenzaba a consolidarse como motor turístico del archipiélago. Su visión temprana sobre la necesidad de profesionalizar la coctelería lo llevó a convertirse en uno de los principales defensores del oficio de barman, impulsando estándares, formación y reconocimiento institucional para quienes se dedicaban a esta disciplina.

Su compromiso cristalizó en mayo de 2006, cuando fundó la Asociación Autonómica de Barmans de Canarias (AABC), organización clave en el desarrollo profesional de varias generaciones de cocteleros del archipiélago. Bajo su impulso, la asociación contribuyó a dignificar la profesión y a llevar el nombre de Canarias a competiciones y encuentros nacionales e internacionales.

Además de su rol en el ámbito turístico, Marrero fue un activo colaborador de la vida comunitaria de San Bartolomé de Tirajana. Participó en la segregación de la parroquia de Maspalomas, colaboró en la creación y fortalecimiento del Festival Regional de Folklore y fue uno de los impulsores del hermanamiento entre el municipio y la ciudad de Segovia, un gesto que reforzó los vínculos culturales y sociales entre ambos territorios.

Su trayectoria fue reconocida oficialmente en 2025, cuando el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana le otorgó la Medalla de Oro del municipio, destacando su capacidad para unir a personas y colectivos, su aportación al prestigio turístico de Maspalomas y su labor incansable por convertir la coctelería en un arte con identidad propia dentro del sector.

Hoy, compañeros de profesión, instituciones y vecinos lamentan la pérdida de un hombre que dedicó su vida a servir, formar y construir comunidad. Su legado perdurará en la historia turística de Maspalomas y en todos aquellos que aprendieron de su ejemplo de profesionalidad, humanidad y entrega.