Las obras de reparación de los muros que sostienen un tramo de la carretera GC-550, entre el casco de Santa Lucía y el barrio de Temisas, han finalizado tras diez meses de trabajo.
Las labores, comenzadas en enero, con una financiación de 873.239 euros, han permitido restituir la estabilidad estructural de la vía y garantizar su firmeza a largo plazo, según han indicado desde la Consejería de Obras Públicas e Infraestructuras, Arquitectura y Vivienda del Cabildo insular.
Los trabajos, ejecutados por la UTE conjunta de Aceinsa Movilidad y Cimentaciones y Arrendamientos, han finalizado su intervención tras la instalación de 56 bulones de más de 11 metros que atraviesan la carretera de lado a lado, la colocación de una malla metálica y la reparación integral de la calzada.
Además, también se han repuesto las barreras de seguridad, renovado la señalización horizontal, y texturizado y coloreado los muros de color rojo, con el objetivo de no romper la estética natural del paisaje que le rodea.







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