Marichal defiende al personal turístico y admite la fatiga ciudadana con la política

Maspalomas Costa Canaria cambió su Foro de Turismo. El foco ya no está solo en playas ni clima. Está en las personas que hacen que el destino funcione. Cocineros, camareros, recepcionistas, personal de pisos. Todos.

«El giro que hemos hecho no solo cambia el formato y el tipo de ponencias, sino que pone el foco en las personas, en los profesionales del sector», dice Alejandro Marichal, primer teniente de alcalde de San Bartolomé de Tirajana.

Canarias cerró el año con 18 millones de turistas. «Y eso es gracias a los profesionales del sector», subraya.

Este año el lema es “Gastronomía con Alma”. Por eso, reconoce a quienes hacen posible que los visitantes repitan, ya que más del 70% lo hace.

«No se puede denigrar la profesión», insiste Marichal. Explica que un camarero necesita conocimientos culinarios, de vino, tipos de servicio y mucha inteligencia emocional. Todo en una sola persona.

Por otro lado habla de vivienda y transporte, claves para que los profesionales vivan cerca de su trabajo. «Si quiero trabajar y vivir cerca, necesito transporte público barato y eficiente. Tener la casa cerca del puesto de trabajo es la mejor política de movilidad y sostenibilidad ambiental», dice.

Pero el urbanismo también entra en la ecuación donde adelanta un plan de modernización y un foro de urbanismo con turismo. «Debemos poner en valor nuestro patrimonio histórico y cultural y distinguirnos de otros destinos. La gastronomía es un elemento identitario importante. Potenciar productos de kilómetro cero ayuda a nuestro sector primario y genera economía».

El concejal también defiende la convivencia entre residentes y turistas. «Hasta 2013 siempre hubo convivencia pacífica y enriquecedora. Somos un pueblo abierto, nos hemos nutrido de todas las culturas y eso nos hace únicos. Algunos intentan expulsar a los residentes y eso aviva la turismofobia. Un destino turístico debe respetar a quienes viven aquí; si no, no es sostenible».

Sobre infraestructuras y servicios, explica inversiones recientes: más de 8 millones en mejoras turísticas y 5 millones en recogida selectiva. «Contaremos con cuadrillas específicas para limpieza y vamos a renovar contenedores y recintos de autocompactadores. Tenemos mucho por hacer, pero queremos que la ciudad esté cada vez mejor».

Además, los retos futuros pasan por más zonas verdes, transporte eficiente y un municipio pensado para vivir y formar familias, donde la educación y cultura deben reforzarse, así como recuperar conservatorios de música y artes.

«El turismo debe servir de tractor para otros sectores: informática, software de gestión, inteligencia artificial. No todo el mundo tiene que ser camarero o cocinero hay mucho margen para otras profesiones», asegura.

Y aborda la política y la relación con la ciudadanía: «La política está dando mucho asco últimamente, en los últimos años, y últimamente más todavía. Pero lo que le pido a la ciudadanía es que no pierdan la esperanza, que todavía hay gente que estamos aquí por vocación».

Sin embargo, cierra con orgullo y visión. «Vivimos en Canarias, en una islita en medio del mundo, y eso es un lujazo. Lo que tenemos que hacer es mimarlo, ser inteligentes y construir un municipio todavía mejor».