Durante la madrugada este domingo, los relojes decidieron dar marcha atrás, y con ellos también el ánimo de medio Maspalomas. A las 03:00 fueron otra vez las 02:00, y oficialmente comenzó el horario de invierno. Chungo para los que estaban de juerga. Según dicen los organismos oficiales, este ritual busca “ahorrar energía”. Según dicen los vecinos, “ahorran ellos, porque nosotros seguimos pagando la misma factura”.
El famoso “ahorro energético” del que hablaban en los años setenta parece una broma en 2025. Entre luces LED, pantallas encendidas todo el día y el aire acondicionado de octubre, el ahorro se mide ya más en paciencia que en kilovatios. Y aun así, seguimos cambiando la hora “porque lo dice Europa”. Una Europa que lleva diez años debatiendo si acabar con esta costumbre y, fiel a su estilo, sigue sin ponerse de acuerdo ni en eso.
Los expertos insisten en que el cuerpo necesita entre tres y cinco días para adaptarse. En Canarias, donde el ritmo biológico va a su propio compás, ese cálculo es optimista. Aquí el reloj biológico no se adelanta ni se atrasa.
En los bares lo tienen claro, ni tradición europea ni mucho menos, lo tachan de “capricho burocrático”.
Y mientras tanto, en Maspalomas seguimos con nuestra hora menos, que ya es lo único que nos distingue del continente además del clima y la calma.
Así que bienvenido, horario de invierno que en marzo volveremos a quejarnos de ti.








Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.29