Una noche mágica, emotiva y con el sello de toda una comunidad unida. Así recuerda Ciona Ramirez la segunda edición de los Premios Canarias de Hostelería Santa Marta, celebrada el martes 29 de julio en un abarrotado Centro Cultural de San Fernando.
En una carta de agradecimiento hecha pública tras el evento, Ramirez expresó su gratitud “de corazón, a premiados, autoridades, patrocinadores, colaboradores, público y a todas esas manos invisibles que trabajan lejos de las cámaras, pero que hacen que todo sea posible”.
La gala tuvo un inicio inolvidable: el homenaje póstumo a Alberto Pernalete, fallecido apenas dos semanas antes. Su viuda y su hijo recogieron el premio entre aplausos y lágrimas, en un momento que tocó el alma de todos los presentes.
Luego llegó la fiesta del orgullo por el sector: reconocimientos a empresas, instituciones y, sobre todo, a los héroes anónimos de la hostelería, quienes día tras día levantan el turismo con esfuerzo y pasión.
Hubo instantes para enmarcar, como el “¡Bravo, mamá!” que gritó una niña al ver a su madre premiada como camarera de restaurante, arrancando sonrisas y aplausos en todo el salón.
“Ya estamos soñando con 2026, y siempre con el compromiso de que los verdaderos protagonistas sigan siendo las personas que mueven este sector” añade Ramírez
“Ha sido un éxito rotundo, pero no nos dormimos. Ya estamos soñando con 2026, y siempre con el compromiso de que los verdaderos protagonistas sigan siendo las personas que mueven este sector”, prometió Ciona en su escrito.
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