Pareja de cohecho
Ahora empezamos a entender el lema con el que el Partido Popular encabezó la manifestación del mes pasado en Madrid contra el gobierno de España. Mafia o democracia fue el eslogan que eligió el PP para aquella manifestación y que podría perfectamente haber sido creado por Miguel Ángel Rodríguez, que ya ideó para Aznar en el siglo pasado la frase fúnebre 'váyase, señor González' porque el señor González no se iba ni con agua caliente y estaba muy pegado al sillón.
De hecho, la primera vez que Aznar compitió con Felipe González en 1993 perdió claramente y la segunda ganó por la mínima con una victoria muy pírrica. Tanto que el hombrecillo del bigote triste tuvo que hablar catalán en la intimidad para contentar a Jordi Pujol y ondear una ikurriña para satisfacer al PNV de Xabier Arzalluz.
De ahí las prisas del PP para que Pedro Sánchez dimita y convoque elecciones anticipadas antes de que empecemos a hablar de nuevo de los juicios por corrupción del Partido Popular que están al llegar y que dejará las corruptelas del PSOE en segundo plano, tiempo que probablemente aprovechará Pedro Sánchez para resucitar el ave fénix que lleva dentro.
Esta semana, el partido que presume de luchar contra la corrupción se ha llevado una gran sorpresa (o no) cuando se ha enterado de la imputación del exministro de Hacienda con M. Rajoy y JM Aznar, que se une a los ministros populares imputados, acusados, investigados, procesados, juzgados condenados y/o encarcelados.
Los gobiernos de Aznar, ese hombrecillo avinagrado y paniaguado del que usted me habla, han sido los más corruptos de la democracia ya que tres cuartas partes de sus ministros fueron investigados, procesados, sentenciados y/o encarcelados.
Rajoy tampoco se queda corto con sus ministros poco recomendables como Fernández Díaz, para el que el fiscal pide 15 años de cárcel por crear la policía patriótica, encargada de inventar pruebas contra la oposición de izquierdas y de destruir a martillazos las que encausaban al PP, como hizo con los ordenadores en su sede, supuestamente pagada con dinero negro producto de sus chanchullos.
Por no hablar del paisano JM Soria, un calco manido en tamaño familiar de JM Aznar, que tuvo que dimitir por unos problemillas con unas empresas en paraísos fiscales que se descubrieron en los papeles de Panamá para despistar a la hacienda pública. Precisamente lo hizo tras esgrimir Montoro, compañero de gabinete, una cuenta de su madre en Suiza. Así funciona el fuego amigo.
A las corruptelas del Partido, ahora se suma Cristobal Montoro, ese que le dijo a la diputada tinerfeña Ana Oramas que estaba deseando que España se hundiera para que ellos luego volvieran a levantarla. Montoro, ese que amenazaba a los medios de comunicación con hacerles una inspección si osaban criticarlo.
Pues ahora, ocho años después, ha sido imputado por un juez de Tarragona por utilizar el Ministerio de Hacienda al servicio de lobbies que luego facturaba a los grandes empresarios gasistas a través de Equipo Económico, el despacho que él mismo fundó en el barrio madrileño de Salamanca.
Si a todo esto añadimos los múltiples casos de corrupción del PP, el único partido nacional en España condenado como organización criminal, parece que esto no ha hecho más que empezar.
Después del verano muchos excargos del PP tendrán que sentarse en el banquillo de los acusados y eso seguramente hará pasar a un segundo plano las supuestas corrupciones del Partido Socialista, a las que quitará protagonismo mediático.
Esta semana el fiscal ha pedido casi cuatro años de cárcel para el novio de Ayuso. La presidenta de la comunidad lo defendió desde el primer momento y aseguró que González Amador no le debía nada a Hacienda, sino que era Hacienda la que le debía a él.
Al final se ha demostrado que Ayuso mintió sobre la situación de su pareja, defraudador confeso de dos delitos fiscales y uno de falsedad en documento público.
Parece que la presidenta de la Comunidad está muy enamorada de su novio porque si no no se explica que se crea sus mentiras y dijera públicamente que Alberto (González Amador y no Núñez Feijóo) no solo no debía 350.000 euros a la agencia tributaria sino que era esta la que le debía a él 600.000. Si la sigue seduciendo con más mentiras, me temo que esa pareja de hecho acabará siendo pareja de cohecho.
Las opiniones de los columnistas son personales y no siempre coinciden con las de Maspalomas Ahora.
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