La carretera GC-605, que une Mogán con Ayacata, ha reabierto este martes al tráfico en horario limitado, después de casi dos meses cerrada por los desprendimientos provocados por la borrasca Olivier.
La vía estará operativa por las tardes, desde las 18.00 hasta las 7.30 horas del día siguiente, y durante los fines de semana. El resto del tiempo seguirá cerrada para permitir que los operarios continúen con los trabajos de estabilización de los taludes afectados.
El derrumbe bloqueó por completo un tramo a la altura del kilómetro 5, donde cayeron piedras de hasta 25 toneladas desde una ladera de casi 20 metros de alto. La Consejería de Obras Públicas adjudicó una intervención de emergencia para retirar el material, asegurar la zona con hormigón y colocar una malla metálica que evite nuevos desprendimientos. También instalarán anclajes de acero para reforzar la estabilidad del terreno.
Mientras completan los trabajos, el Cabildo permitirá el paso de vehículos en los momentos en que no haya maquinaria operando. Además, no descartan abrir uno de los carriles de forma puntual durante la jornada laboral, si las condiciones lo permiten.
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