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CRISTOBAL D. PEÑATE

Petardos y tocapelotas

CRISTOBAL D. PEÑATE Viernes, 16 de Mayo de 2025 Tiempo de lectura:

El periódico El Mundo acaba de descubrir la pólvora con la revelación de los WhatsApp entre Pedro Sánchez y Ábalos. Gracias a este diario hemos descubierto la inquina que le tenía el presidente a los barones Lambán, Vara y Lage y a la baronesa Susana Díaz, con la que se enfrentó en las primarias. 

Sánchez ganó de manera humillante a la andaluza, a pesar de que la sevillana tenía el apoyo tácito y manifiesto de todos los demás barones, incluidos Felipe González, Alfonso Guerra, Rodríguez Ibarra, Zapatero y Bono.

Borrell fue el único rostro conocido del partido que apostó por Sánchez. Casualmente fue el protagonista y vencedor de las primeras primarias del PSOE, derrotando al candidato del aparato, Joaquín Almunia. 

Ese estado derrotado de perdedor de las primarias lo ocupó Susana Díaz unos años después al caer ante al actual líder del Partido Socialista. A pesar de tener todo el aparato del partido respaldándola, la expresidenta de la Junta de Andalucía perdió contundentemente ante su rival y presidente de Gobierno desde hace siete años, el incombustible Pedro Sánchez, al que la derecha y buena parte de la izquierda quieren fulmina, aunque por motivos distintos. Le caen piedras a diestra y siniestra No digieren su sempiterna resiliencia. 

Gracias a El Mundo hemos descubierto también las filias y las fobias del presidente de España. Seguro que nadie sabía que Sánchez consideraba a los componentes del Trío Los Panchos unos verdaderos tocapelotas. 

Lo mismo que a Massiel, la solista andaluza a la que sus paisanos Felipe y Alfonso hicieron creer que era la lideresa imbatible del futuro PSOE. Una especie de Rosa Díez, la conversa kamikaze. Díez y Díaz. Hernández y Fernández. Y en medio, Tintín, el resiliente. 

Confieso que no me he reído y entretenido tanto desde la infancia, en la que leía los tebeos con fruición cuando en los días en los que no iba al colegio por enfermedad mi padre me traía el Tío Vivo o el Pulgarcito. Esto es más hilarante que las aventuras de Mortadelo y Filemón, Pepe Goteras y Otilio y Rompetechos juntas. 

Estos whatsapps privados del presidente demuestran que Pedro Sánchez es mucho más educado de lo que creíamos porque si es capaz de llamar solo petardos a los barones de su partido que le estaban jodiendo la pavana es que el hombre es muy modosito. Es la primera conclusión a la que se llega leyendo esos mensajes intrascendentes y angelicales más propios de querubines. 

Al fin y al cabo el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua deja claro que petarda es la definición de una persona pesada, aburrida o fastidiosa. Evidentemente es una acertada definición de los miembros del Trío Los Panchos.

Lo que sí demuestran estos inocentes whatsapps es que el PSOE tiene un secretario general de lo más correcto y cortés. Públicamente los políticos suelen golpearse con palabros más duros. 

El lenguaje de Pedro Sánchez en la intimidad es fino y refinado porque lo lógico es que cualquiera denomine a sus rivales y adversarios con palabras mucho más gruesas cuando le están tocando las pelotas todos los días. Me gustaría leer los mensajes entre Abascal y Espinosa de los Monteros o entre Feijóo y Mazón. Causarían rubor y estupefacción. 

Sin embargo, Sánchez se emplea modosamente con un léxico casi monjil cuando podría haber sido mucho más bronco y áspero, entendiendo además que se trataba de una conversación privada y personal con su secretario de organización en el que te explayas más que en una comparecencia en el Congreso de los Diputados. 

Por cierto, todos esos whatsapps que se han publicado se produjeron mucho antes de que se supieran las acusaciones contra Ábalos por el caso Koldo, por lo que ni siquiera la exclusiva del diario regala a la oposición una bala de plata que pueda utilizar contra el presidente.

Sánchez emplea la palabra pájara para referirse graciosa y coloquialmente a la ministra de Defensa. La juez Margarita Robles, que lleva siete años en el gobierno con Sánchez, ha sido la primera que se ha reído de esa simpleza y ha asegurado que no le ha molestado en absoluto porque se trata de una conversación privada en la que todos solemos vacilar y exagerar. 

Según el diccionario, pájara es un ave pequeña pero también una persona astuta con pocos escrúpulos. Eso más bien parece un piropo para una ministra de Defensa, que debe tener una personalidad firme y sin miramientos.

En definitiva, que Sánchez llamó pilla a Robles, lo cual no parece un insulto para un político sino más bien una lisonja. El valor se le supone al soldado, pero no los escrúpulos al político. 

Ayer por ejemplo el periódico anti-sanchista sacó la historia del rescate de Air Europa, pero no porque fuese algo malo o negativo ya que otros países europeos de nuestro entorno rescataron a sus compañías incluso con mucho más dinero.  

Además el rescate de la empresa no es gratis, tiene que ser devuelto con intereses y no como ocurrió con el regalo de Rajoy a la banca. El tema de Air Europa se sacó para recordar maliciosamente la relación supuestamente amistosa que mantenía Begoña Gómez con el dueño de la empresa aeronáutica. 

El rescate de la compañía aérea se aprobó con el visto bueno de todos los organismos nacionales y europeos competentes, pero eso parece que no importa a la oposición, que se lanzó a la yugular del presidente por una operación legítima y aplaudida por los entes que garantizan limpieza financiera, comercial y económica en España y la Unión Europea.

Tengo ganas locas de que el periódico me haga spoiler de esta historieta porque hasta ahora nada de lo que ha publicado tiene ningún interés político ni judicial, aunque seguro que sí para la prensa del corazón propia de chismosos y culichiches. 

Con esta exclusiva te echas unas risas con los pajarracos y petardos que tocan los cojones. Voy a aprovisionarme de unas roscas para seguir este fin de semana leyendo chismes frivolones porque no solo de noticias serias vive el hombre. 

De vez en cuando conviene consumir golosinas prohibidas y desaconsejables para que la vida gastronómica no sea tan aburrida, como esos petardos de Lambán, Page y Vara, acompañados de Susana y su ratón chiquitín, que come chocolate, turrón y bolitas de anís. 

 Me gustaría firmar que no he leído esos mensajes telefónicos como no voy a ver el Festival de Eurovisión este sábado no solo porque no me gusta sino especialmente por la participación indeseable de un Estado genocida. A Rusia sí la castigaron pero Israel es otra cosa.

El PP, el partido de los mensajes celulares de 'Luis, sé fuerte' y de 'Controlaremos la Sala Segunda desde detrás', ha pedido la dimisión de Pedro Sánchez por ser tan educado y exquisito en sus mensajes por WhatsApp. Si es que al final te tienes que reír.

Las opiniones de los columnistas son personales y no siempre coinciden con las de Maspalomas Ahora.

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