Donde el Atlántico besa la arena dorada de Maspalomas, una antena olvidada en el tiempo volvió a cobrar vida. No para rastrear satélites ni para recibir señales de los confines del espacio, sino para contar una historia de una tierra que un día fue crucial en la exploración del universo.
Todo comenzó el 21 de abril de 1997, cuando desde la Base Aérea de Gando se lanzó el primer satélite español desde territorio nacional, el Minisat-01. Su viaje al espacio fue posible gracias a una antena instalada por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), la misma que ahora, más de un cuarto de siglo después, ha encontrado un nuevo hogar en un parterre ajardinado de la Avenida de Colón, en Meloneras.
La inauguración de la antena como monumento no fue un acto común. Bajo la mirada atenta de científicos, autoridades y ciudadanos, el alcalde Marco Aurelio Pérez y el coronel Álvaro Martínez-Villalobos Castillo, director del Centro Espacial de Canarias (CEC), desvelaron la placa que narraba la insospechada relación de este rincón canario con la llegada del hombre a la Luna. "En conmemoración por la estrecha vinculación y relación histórica entre el municipio de San Bartolomé de Tirajana y el INTA, quien se hizo cargo hace 50 años de la Estación Espacial de la NASA, que contribuyó de manera decisiva a los programas espaciales Mercury y Gemini, que culminaron con el programa Apolo y la llegada del hombre a la Luna", rezaba la inscripción.
![[Img #82018]](https://maspalomasahora.com/upload/images/03_2025/5252_inauguracion-antena-escultura-del-inta14-copia.png)
El joven estudiante de Ciencias Tecnológicas, José Gabriel Alemán Alonso, recordó a los presentes que millones de turistas llegan a Maspalomas sin saber que, hace más de 60 años, ingenieros de la NASA eligieron este enclave para construir una estación de seguimiento de satélites. "Nuestro municipio quedó unido para siempre a la exploración espacial. La antena quedará aquí con la esperanza de que no se olvide nuestro pasado y como inspiración para futuros jóvenes científicos", expresó con entusiasmo.
El coronel Martínez-Villalobos reforzó esta idea, destacando que hasta ahora los jóvenes del municipio no contaban con un símbolo tangible de su papel en la exploración espacial. "Es necesario que tanto los vecinos de San Bartolomé de Tirajana como sus visitantes aprecien que este municipio ofrece más que sol y playa, que también tiene una vertiente científica", afirmó.
![[Img #82019]](https://maspalomasahora.com/upload/images/03_2025/7294_inauguracion-antena-escultura-del-inta6-copia.png)
El alcalde, por su parte, recordó que la semilla de esta relación se plantó hace décadas, cuando la Estación Aeroespacial de la NASA se instaló a escasos 200 metros de donde hoy se erige el monumento. Desde allí se siguieron los primeros pasos de los programas Mercury y Gemini, contribuyendo al conocimiento del espacio exterior. "Esa apuesta por nuestra tierra tiene que ser recordada", insistió.
Entre los asistentes al evento se encontraba Rafael Fernández Lizán, el ingeniero que coordinó el equipo de lanzamiento del Minisat-1 y que, como un guiño del destino, decidió quedarse a vivir en la isla. También estuvo presente Antonio Román Rodríguez del Pino, periodista y cronista oficial de San Bartolomé de Tirajana, quien en el 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna expresó: "pocas personas son conscientes del valor que tiene el nombre de Maspalomas en la historia de los vuelos espaciales, primero en los no tripulados y después en los tripulados".







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