Sigue las medidas contra los incendios forestales y protege el medio rural

Gran Canaria está sumida en una ola de calor, con temperaturas que pueden llegar, en algunos caso, hasta los 38ºC. En virtud de esta circunstancia, se ha activado una alerta por riesgo de incendios forestales en las áreas situadas por encima de los 400 metros sobre el nivel del mar, para salvaguardar la integridad de la flora y fauna de la isla.

Por ello, las autoridades insisten en la importancia de seguir estrictamente una serie de prohibiciones para evitar posibles incendios y proteger el entorno natural de la isla, las cuales se detallan a continuación.

En primera instancia, está totalmente prohibido encender fuego en cualquier espacio abierto de la isla. Esta medida se extiende también a las áreas recreativas, zonas de acampada, albergues y zonas de descanso de la red de carreteras, donde no se permitirá el uso de fuego, incluso en los lugares habilitados para ello, ni mediante sistemas portátiles.

Además, se ha restringido el acceso rodado por la carretera GC-216, que conduce a la Zona de Acampada de Llanos de la Mimbre y al Área Recreativa de Tamadaba. Solo los vecinos y servicios públicos podrán transitar por esta vía. Asimismo, el uso de la zona de acampada y el área recreativa mencionadas queda suspendido.

Las quemas agrícolas o forestales también han sido temporalmente suspendidas. Esto incluye la quema de rastrojos, pastos permanentes, restos de poda y restos selvícolas, mientras se mantenga el riesgo de incendio. De igual manera, se prohíbe la introducción y uso de material pirotécnico en toda la zona afectada.

La utilización de maquinaria y equipos en los montes y áreas rurales situadas a una franja de 400 metros alrededor de estos también está prohibida si su funcionamiento genera deflagraciones, chispas o descargas eléctricas. Asimismo, las actividades de carboneo y el uso de fuego en la apicultura tampoco están permitidos durante este periodo de riesgo.

Por último, el acceso y tránsito por senderos y pistas forestales también está restringido, permitiéndose solo a residentes y servicios públicos, así como arrojar o abandonar objetos en combustión o cualquier material susceptible de originar un incendio.

Por todo esto, es fundamental que los ciudadanos colaboren para proteger el entorno natural, siguiendo las medidas para evitar desastres y preservar la belleza y la biodiversidad de Gran Canaria para las futuras generaciones.