FORESTA ha concluido con la temporada 2007/2008 una de las más activas desde su fundación hace diez años, en la que ha añadido a su habitual labor de repoblación y riego, tareas de limpieza, recogida de residuos forestales y mantenimiento de zonas que quedaron seriamente dañadas y destruidas por el fuego declarado el 27 de julio de 2007.
El Plan de Acción Integral, puesto en marcha cuando aún no se habían extinguido los incendios que afectaron tanto a Tenerife como a Gran Canaria, ha sido la herramienta de trabajo que más esfuerzos colectivos ha reunido en un objetivo común: recuperar a través de la limpieza y la repoblación zonas que, como Fataga, quedaron prácticamente arrasadas por las llamas.
FORESTA a través de varias acciones de voluntariado ha logrado un grupo uniforme de trabajo constante que supera las 750 personas. En los meses posteriores al incendio, el riesgo de lluvia, dirigió los trabajos de los voluntarios ha recoger parte de las cenizas de los montes quemados. En dos días se recogieron 7.000 kilos y en las semanas siguientes se trituró casi una tonelada de hojas de palmera. Tras la limpieza, vino la repoblación, con la plantación de 1.600 ejemplares, principalmente especies de termófilo como acebuche, sabina o almendro, o especies de pino.
Actualmente FORESTA está llevando a cabo riegos de mantenimiento en las zonas quemadas ya repobladas y continuará haciendo durante el mes de julio con la ayuda del Cabildo de Gran Canaria. Estos riegos son la continuación del primer riego o riego de asiento realizado inmediatamente después de la plantación y en el que, en su momento, se emplearon 20.000 litros de agua. Con estas acciones la Fundación espera garantizar la supervivencia de las repoblaciones y evitar, a través del enfriamiento del terreno, que vuelvan a ser pasto de las llamas este verano.
El Plan de Acción Integral, puesto en marcha cuando aún no se habían extinguido los incendios que afectaron tanto a Tenerife como a Gran Canaria, ha sido la herramienta de trabajo que más esfuerzos colectivos ha reunido en un objetivo común: recuperar a través de la limpieza y la repoblación zonas que, como Fataga, quedaron prácticamente arrasadas por las llamas.
FORESTA a través de varias acciones de voluntariado ha logrado un grupo uniforme de trabajo constante que supera las 750 personas. En los meses posteriores al incendio, el riesgo de lluvia, dirigió los trabajos de los voluntarios ha recoger parte de las cenizas de los montes quemados. En dos días se recogieron 7.000 kilos y en las semanas siguientes se trituró casi una tonelada de hojas de palmera. Tras la limpieza, vino la repoblación, con la plantación de 1.600 ejemplares, principalmente especies de termófilo como acebuche, sabina o almendro, o especies de pino.
Actualmente FORESTA está llevando a cabo riegos de mantenimiento en las zonas quemadas ya repobladas y continuará haciendo durante el mes de julio con la ayuda del Cabildo de Gran Canaria. Estos riegos son la continuación del primer riego o riego de asiento realizado inmediatamente después de la plantación y en el que, en su momento, se emplearon 20.000 litros de agua. Con estas acciones la Fundación espera garantizar la supervivencia de las repoblaciones y evitar, a través del enfriamiento del terreno, que vuelvan a ser pasto de las llamas este verano.






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