Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC) parece ser el partido que nunca envejece, al menos cuando se trata de sus líderes. Fundada hace décadas por Román Rodríguez y Carmelo Ramírez, esta formación política ha visto a sus dirigentes aferrarse al poder como si de un asiento en primera clase se tratara, sin dar paso a nuevos líderes. Este enraizamiento de poder ha llevado al partido a un estancamiento evidente, con voces internas clamando desesperadamente por un cambio. Han tenido que pasar varias elecciones para que resonaran las voces críticas.
Alcaldes en pie de guerra
Los alcaldes de Gáldar, Agüimes y Valsequillo, hartos de la gerontocracia de NC, han levantado la voz pidiendo una renovación. Tras meses de reuniones infructuosas, estos líderes locales buscan convocar un congreso que ponga fin a la dictadura de Rodríguez y Ramírez. Su propuesta no es romper el partido, sino revivirlo, como si de un resucitador se tratara.
El ejemplo de Yolanda Díaz
La dimisión de Yolanda Díaz tras un desastroso resultado electoral ha sido un rayo de esperanza. Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar por mayoría extrema, sueña con que sus líderes sigan el ejemplo y den un paso al lado. "Ojalá en todas las organizaciones cundiera el mismo ejemplo", dice Sosa, añorando un cambio de guardia que permita a NC salir del marasmo.
Elecciones: Un descalabro anunciado
Los resultados en las recientes elecciones europeas han sido catastróficos para NC, un claro mensaje del electorado: el cambio es imperativo. Si no se actúa rápido, la irrelevancia política está a la vuelta de la esquina.
Asesores y medios: Un escándalo tras otro
Para añadir sal a la herida, NC está plagada de escándalos, desde contratos irregulares de asesores en el Cabildo de Gran Canaria hasta la compra de medios de comunicación por parte de sus propios miembros y a sus propios miembros, camuflados en sociedades. Esta mentalidad sectaria y opaca solo agrava la desconfianza pública y demanda una urgente limpieza interna. La disyuntiva: Refundación o absorción
NC tiene dos opciones: una refundación que permita una renovación real o una integración en Coalición Canaria (CC), partido del que nunca debió salir. Unirse a CC podría fortalecer el bloque nacionalista y ofrecer una salida digna a los líderes perpetuos de NC.
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