Otras 20 mujeres han afirmado este miércoles ante la Audiencia de Las Palmas sentirse engañadas por la acusada de simular ser médica e inyectar silicona en los labios y la cara, en lugar de ácido hialurónico, y han lamentado haber depositado en ella su confianza por las secuelas que sufren.
En la segunda sesión del juicio que se sigue contra la procesada G.E.B.H., ha declarado una víctima que compartió a través de Instagram los daños que le causó la acusada y que ha indicado que entre varias clientas conocidas crearon un grupo de 'Whatsapp', con la intención de saber si otras habían padecido las mismas consecuencias.
Esta testigo ha dicho que fue a dos sesiones con la acusada, tras las que ha tenido que someterse a dos cirugías en un centro médico para poder extraer la silicona, que le llegó a salir por el "cuello" pero desconoce si tendrá que volver, según ha relatado.
Acudió en dos ocasiones a la casa de la acusada, convencida de que era médica, pues le había dicho que trabajaba en una clínica pero que también hacia los tratamientos en su vivienda de la capital grancanaria.
Ahora vive con una preocupación constante que le deja "sin habla" porque no sabe cuándo le podrán salir de nuevo bultos, ha asegurado.
Esta preocupación es común a todas las afectadas y así lo han expuesto al tribunal, al que ha mostrado una de ellas el cordón interior de silicona que lleva en el labio y le llega a los pómulos.
Esta mujer espera poder someterse a una intervención quirúrgica en un centro médico con la indemnización que reclama y vive con ese temor, además de con molestias constantes, al igual que el resto de perjudicadas que han prestado testimonio, entre las que hay algunas que sufren depresión por estos daños.
Así lo ha relatado otra de las mujeres que fue con su hermana, quien también se trató el labio y ha comentado al tribunal que creyó que "iba a morir" al enterarse, dos años después de la infiltración, de que lo que tenía era silicona.
Entre las víctimas que han comparecido ante la Audiencia en esta jornada algunas han contado que la procesada les infiltró silicona en otras zonas de la cara e incluso sin su consentimiento.
Estos testimonios se suman a los que se prestaron en la primera sesión del juicio contra la supuesta falsa doctora, de origen colombiano y nacionalidad española, para quien la Fiscalía reclama una condena de 30 años y diez meses de cárcel por un delito de intrusismo laboral y por otros 37 de lesiones por imprudencia grave.
El juicio se retomará este jueves con la declaración de una testigo víctima que ejerce acusación particular y que reclama una condena de 4 años y medio de cárcel a la acusada.
En la causa está personado también el Colegio de Médicos de Las Palmas, que solicita las misma condena que la Fiscalía pero además califica los hechos como un delitos contra la salud pública. En un principio había apreciado estafa.







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