El auge del turismo en las Islas Canarias ha sido un fenómeno de doble filo. Si bien ha generado ingresos millonarios para el archipiélago, también ha exacerbado problemáticas medioambientales y sociales hasta límites preocupantes. La reciente aprobación de macroproyectos turísticos por parte de las autoridades públicas canarias ha generado una ola de indignación entre los habitantes locales y grupos ecologistas, según informa Ecologistas en Acción.
Uno de los casos más emblemáticos es el del Dichosa Wellness Clinic en La Palma, un colosal complejo hotelero y balneario que ha despertado críticas por su impacto ambiental y social. Con más de 80 piscinas y 564 plazas alojativas, este proyecto ha sido declarado de interés insular por el Cabildo palmero, a pesar de las objeciones presentadas por grupos como Ben Magec - Ecologistas en Acción.
En Tenerife, el macroproyecto turístico Cuna del Alma ha levantado una polvareda similar. Pretende urbanizar una de las zonas menos afectadas por la masificación turística en la isla, el Puertito de Adeje, con la construcción de 420 villas de lujo y otros establecimientos. A pesar de informes negativos y la paralización cautelar de las obras en 2022 debido a posibles daños ambientales y arqueológicos, el proyecto sigue adelante, desafiando incluso las órdenes de detención.
Estos casos no son aislados. El Circuito del Motor en Tenerife, con un costo exorbitante de más de 50 millones de euros, y el puerto de Fonsalía, son proyectos que enfrentan una fuerte resistencia por parte de la población y grupos ecologistas, quienes argumentan su impacto negativo en la biodiversidad y el patrimonio histórico de la región.
Alquiler Vacacional
Sin embargo, el problema va más allá de la destrucción del entorno natural. El modelo turístico desenfrenado está exacerbando la crisis de vivienda en las islas, con un aumento del alquiler vacacional y la compra de propiedades por parte de extranjeros, lo que encarece el costo de vida para los residentes locales. Esta situación ha llevado a un aumento significativo de la población, que ya supera los 2,2 millones de habitantes, causando un colapso en los servicios públicos y dejando a cerca del 34% de la población en riesgo de pobreza o exclusión social.
Movilizaciones
Ante este escenario desolador, los canarios han levantado su voz de protesta. Movilizaciones ciudadanas están programadas en todas las islas para el próximo sábado 20 de abril, exigiendo un cambio de modelo turístico y la implementación de medidas urgentes para preservar el territorio y garantizar la calidad de vida de sus habitantes. Es el momento de decir basta a un turismo que desborda los límites de la sostenibilidad y la justicia social en Canarias.
Antonio | Viernes, 29 de Marzo de 2024 a las 06:54:24 horas
Un pobre analisis que peca del habitual alarmismo constante y no tiene en cuenta, para empezar, con que faltan desarrollar infraestructuras esenciales desde hace decadas para la propia poblacion ( mas desalinizacion y mejora de acuiferos, mejora de carreteras, ampliacion y mejora de viviendas residenciales).
Alarma sobre el puerto de fonsalia cuando podria ser una posible solución al caos y a la enorme huella medioambiental a lo que ahora supone tener los Cristianos colapsado diariamente. ( quizas la solucion sea otra, pero hay que aportarla y sobre todo desarrollarla, y no pasa con que la gente no se desplaze desde La Gomera y dentro de 10 años sigamos peleandonos con que es lo mejor).
Hay que proteger mas terreno pero no pasa por no desarrollar proyectos como cuna del alma, ( la habitacion del hippie). Razon puedo dar a la terrible decisión de haber hecho el puerto de Granadilla, un capricho innecesario que si removio tierras y costa a proteger..cuando teniamos el de Santa Cruz y el que falte en el sur.
Quitemos al turismo de botellon, ese que deteriora nuestro paisaje y no deja nada de valor en las islas, pero esa opcion no quita que estas islas puedan aceptar ordenadamente a mas turistas de bien, que puedan encontrar un lugar donde disfrutar de sus vacaciones, con infraestructuras adecuadas, y sin tanta turismofobia como la que se esta viendo.
Vivimos en un paraiso que no sabemos aprovechar al 100% y la mejor manera de cuidarlo pasa por mejorar su desarrollo, no por paralizarlo con consignas, muchas veces falsas.
Atraigamos al turismo de congresos, a empresas tech, al teletrabajador, a las empresas que puedan desarrollar una industria ordenada en las islas.
Quitemonos ya de encima tanto a los del no a todos como a los que quieren terminar de asfaltar hasta el Teide. En medio de todo eso, seguro que esta la solución mas razonable y adecuada a nuestro paraiso.
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