El rey Felipe VI ha advertido en su mensaje de Navidad de que “fuera de la Constitución no hay democracia, convivencia ni paz posible”. En un año convulso, marcado por elecciones, guerras y una gran crispación política e institucional, todos los ojos estaban puestos en el décimo discurso navideño del monarca, que, tal y como se esperaba, se centró en una defensa de la carta magna, en la que ha insistido en que su cumplimiento es garantía de unión y de progreso y ha advertido de que si no se respeta la norma fundamental, “no hay democracia ni convivencia posibles”, tampoco ley, ni paz, ni libertad, sino “imposición y arbitrariedad”.
Según Tiempo de Canarias, Felipe VI señaló su alegría al poder dirigirse, una vez más esta Nochebuena a la ciudadanía, ya que le permite hacer llegar a los hogares “los retos que nos plantean como país”, como las dificultades económicas y sociales que “se manifiestan en el empleo, la sanidad, la educación, el aumento de los precios de los productos básicos, la violencia hacia la mujer o, en el caso de los jóvenes, con el acceso a la vivienda”.
Asimismo, explicó que es con "la unión, con el esfuerzo colectivo y con las actitudes solidarias" como se construyen las "grandes obras, las que trascienden a las personas, las que duran y permanecen en el tiempo. Es así como un país progresa". Es por ello que quiso hacer hincapié en que la democracia requiere consenso sobre los principios que “hemos compartido desde hace varias generaciones” con “profundas raíces” y debe descansar en los valores que “rigen toda convivencia democrática”.
Para el rey, es evidente que para que la Constitución se desarrolle “plenamente" no solo se requiere "respetarla”, sino mantener su razón de ser como "pacto colectivo" para "un propósito compartido”. Y que es por lo que no podemos olvidar que uno de "nuestros grandes activos" en democracia es, precisamente, esa convivencia basada en "sentimientos compartidos, en la búsqueda común del bienestar y la prosperidad de todos".
Asimismo, afirmó que en España todo ciudadano tiene derecho a "pensar, a expresarse y defender sus ideas con libertad y respeto a los demás", pero que para llegar a ello, se requiere unos consensos básicos y amplios sobre los principios que "hemos compartido y que nos unen desde hace varias generaciones". Más tarde, afirmó que fuera de la Constitución "no hay libertades sino imposición, no hay ley sino arbitrariedad”.
El rey insistió en que la Constitución ha sido el mayor “éxito político de nuestra reciente historia” y que gracias a ella, España consiguió “construir y consolidar una democracia plena, abierta e integradora”, que ha asegurado “nuestra convivencia” y permite" seguir superando las graves crisis en los últimos años".
Felipe VI incidió en la necesidad de evitar que “el germen de la discordia se instale entre nosotros”, ya que es un “deber moral que tenemos todos”. Además, explicó que hay una parte importante en la que “a menudo no reparamos” y es la que nos permite “asegurar nuestro modelo de vida, nuestra forma de vivir y de entender la vida”, como "expresarse libremente, recibir una educación, tener un empleo, o protegerse de la enfermedad, es sin duda clave en nuestro día a día”.
Pero cree que para que la Constitución desarrolle su cometido, se requiere más que respetarla, "debemos conservar su identidad, lo que la define y lo que significa", preservando su integridad como "lugar de reconocimiento mutuo, de aceptación y encuentro aprobado por todos los españoles". Asimismo, explicó que a lo largo de su historia, España ha atravesado períodos de "tragedia, silencio, aislamiento y dolor", pero que el pueblo español lo ha superado siempre, "consiguiendo sobreponerse".
Preocupación ante la "inaceptable violencia contra la mujer"
Por otra parte, Felipe VI ha subrayado en su mensaje navideño la preocupación de los españoles ante los problemas sociales y económicos y, en particular, ante la violencia contra la mujer, un mal que ha calificado de "inaceptable". Así, eEl rey se ha referido en la parte inicial de su mensaje a los problemas que preocupan a la sociedad, como "las dificultades económicas y sociales que afectan a la vida diaria de muchos españoles" y que –ha dicho– "son una preocupación para todos".
Además, ha mencionado "la inaceptable violencia contra la mujer", un azote que durante este año ha causado la muerte de 55 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en España, según la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género. Como consecuencia de estos feminicidios, 56 niños y niñas han quedado huérfanos. El monarca también ha aludido a la preocupación social existente por temas como el empleo, la sanidad, la calidad de la educación, el precio de los servicios básicos y, en el caso de los jóvenes, por el acceso a la vivienda.
Felipe VI, en todo caso, considera la española "una sociedad fuerte", según ha asegurado en otra parte de su mensaje, donde ha recordado que los españoles han "demostrado muchas veces los valores que forjan nuestro sentido como comunidad política". Se ha referido, en ese sentido, a la solidaridad mostrada "con quienes han sufrido la adversidad" y ha recordado el "comportamiento cívico ejemplar en la superación de la COVID" que han mostrado los ciudadanos.
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