La crisis de la papa en Canarias debido a una plaga en el Reino Unido, que provocó el cierre de las importaciones durante dos meses, ha resultado en un solo expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), afectando a cuatro trabajadores de un sector que tenía el potencial de mil empleos directos en importación y distribución de papas.
La consejera de Turismo y Empleo, Jessica de León, ha informado sobre estas consecuencias en una comisión parlamentaria, y el diputado del PSOE, Gustavo Santana, ha expresado su preocupación porque el ERTE no se considera una causa de fuerza mayor, lo que es esencial para su autorización por la Dirección General de Trabajo.
Asimismo, Santana ha sugerido una revisión exhaustiva del expediente para garantizar los derechos de los trabajadores, ya que el ERTE exime a la empresa del 90 % de las cotizaciones sociales, lo que reduce los ingresos de los trabajadores. Además, ha planteado la posibilidad de que el ERTE fuera "fraudulento" debido a la corta duración de la crisis, que duró solo dos meses y medio.
Por otro lado, la consejera ha señalado que después de la suspensión de las importaciones, el mercado se ha normalizado en las últimas dos semanas gracias a las gestiones del consejero de Agricultura, Narvay Quintero.
En este sentido, De León ha enfatizado la importancia de extraer lecciones de esta crisis, como la necesidad de no cerrar por completo el mercado de exportación británico cuando la plaga solo afectaba al condado de Kent.
También ha destacado la importancia de reducir la dependencia de Canarias de las importaciones y fomentar la producción local, especialmente en alimentos esenciales como las papas.
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