El vacilón electoral comenzó hace meses. Mogán y Santa Lucía provocan vergüenza ajena pero quien se llevan la palma en el Club de la Comedia es San Bartolomé de Tirajana. Hastiados de oportunistas, falsificantes, extorsionadores, mentirosos compulsivos, enfermos mentales que trabajan con enfermos unos minutos al día, adictos al Whatsapp, ladrones de emisoras, rabos de personajes soberbios, denunciantes con antecedentes penales, pelotas sin rumbo y surcos rurales sin vida bajo tierra y ni futuro forman parte del espectáculo mediático.
Ahí están los que buscan a través de los partidos morder de la administración pública. Del dinero de todos porque en la privada ya no tienen futuro. Poco o casi nada hablaremos de esta penosa fauna porque lo vírico y tóxico entre más lejos mejor, para eso se hicieron las redes sociales donde podrán encontrar peleas de gallos y ridículas publicaciones tóxicas que entretendrán a un pueblo más que profano, sumergido en la miseria cultural, sin vinculo social y atrapado en el miedo o ahogado en las adicciones. Eso es el sur más allá de las instalaciones turisticas, así nos conocen y así nos seguirán conociendo gracias a estos perennes personajes, donde cualquiera puede hacerse pasar por lo que quiera.
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