En el primer capítulo de “Voto de cemento” les contábamos el retorno a las viejas artes pueblerinas electoralistas de comprar votos por sacos de cemento. Se trata de un servicio histórico que perdura desde la época preWhatsapp.
En esta ocasión la estrategia en la planificación de reparto, tipo Glovo a domicilio, ha modificado la fórmula de entrega al ser descubierta, y se han modificado los vehículos de carga. En el servicio no caben los reparos y para el transporte, se utilizan dos turismos de alta gama que tenemos fotografiados: un Mercedes color tinto Matarromera y un Mazda blanco tirando a perla.


Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.157