Varias perreras sin licencia en el Castillo del Romeral, situadas tras la cárcel de Juan Grande, interrumpen constantemente el descanso de los vecinos debido al continuo ladrido de los perros.
La situación se lleva produciendo desde hace ya casi un año y ha sido denunciada en un par de ocasiones, según han confirmado a Maspalomas Ahora.
En esos terrenos privados se han levantado varias casetas, que incumplen la ordenanza municipal, donde conviven más de cien podencos, cabras, y otros perros.
Los animales pertenecen a otros ciudadanos de la zona, que los utilizarían para cazar, han afirmado los vecinos.
A pesar de las denuncias y llamadas a la Policía Local, “no se ha hecho nada al respecto”, lamentan, a la vez que señalan que el Seprona alega que “no puede hacer nada porque se trata de un tema municipal”.
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