La crisis del actual modelo energético, la invasión de Ucrania, el embargo al crudo ruso, las tensiones estructurales hacia un modelo de transición o el cierre de diversas refinerías en toda Europa han desembocado en un incremento sustancial del precio del petróleo. Algo que, pese a las medidas de los diferentes gobiernos de origen, no parece tener límites ni contención alguna. Una cuestión que, por otro lado y de forma totalmente inhumana, ha disparado los beneficios de las refinerías. ¿Hay forma de afrontar este desolador panorama? Probablemente no exista una respuesta fácil. Ni una receta mágica aplicable a todos los estratos sociales. No en vano, hablamos de una materia prima muy importante para el humano. Es por ello que en este texto hemos decidido abordar la actual crisis del petróleo desde diversos puntos de vista con los que lograr tomar una certera, y dimensionada, fotografía de la situación actual.
Ascenso meteórico
Es posible que los motivos de la brutal subida de precio del petróleo hayan quedado meridianamente claros unas líneas más atrás. No obstante, en ocasiones conviene ponernos en perspectiva para lograr hacernos una idea de la dimensión del problema. Y como dicen que una imagen (o dato) vale más que mil palabras, nunca está de más ilustrar semejante panorama con algunos datos realmente representativos.
Actualmente el petróleo viene a representar alrededor del 4% del PIB (producto interior bruto) mundial. No en vano, hablamos de una materia prima imprescindible en nuestro día a día. Por otro lado, durante 2022 el barril de Brent se ha encarecido hasta límites que no habíamos visto desde al menos 2008. Encontrándonos, por el camino, con unos picos máximos anuales que rozaron, allá por el mes de marzo, los 140,00 dólares por barril. Y es que, para ser aún más gráficos, sólo durante los primeros 3 meses del año dicho encarecimiento rozó el 20%. Todo un verdadero disparate.
Un sector en auge
La actual coyuntura existente a nivel global ha derivado en un interés creciente por parte de diversos mercados empresariales por el sector energético. Algo que incluso se ha trasladado a nuestro quehacer más cotidiano. No en vano, este estado constante de estrés financiero termina ocupando, como si de aire se tratase, todos los espacios a su alrededor.La inquietud es tal que, durante los últimos meses, la búsqueda en Google de términos económicos relacionados con la crisis del petróleo ha aumentado más de un 150%. Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que más del 60% de los españoles entiende que la actual coyuntura económica y la subida de carburantes podría ser una de sus principales preocupaciones. Algo con lo que coinciden cerca del 58% de los economistas.
¿Qué afecta al precio del petróleo?
Fruto de todo lo anterior, cada vez son más las personas que intentan entender las causas que generan las constantes subidas del precio de los carburantes. No en vano, conviene tener en cuenta los diversos aspectos que afectan a la subida o bajada de precios de dicho elemento si queremos contar con una acertada fotografía económica de lo que está por venir. Partiendo de dicha base, podemos decir que los precios del petróleo suelen fluctuar cada segundo y en tiempo real. Viéndose afectados, por otro lado, por múltiples variables que conviene tener en consideración:
- Los conflictos geopolíticos suelen disparar los precios del petróleo
- La incertidumbre no es el mejor aliado
- Conviene tener en cuenta las políticas nacionales, las internacionales y las de los propios productores
- El resto de fuentes energéticas pueden acabar siendo un rival o competidor
- El juego de la oferta y la demanda es factor clave para las constantes fluctuaciones en el precio del petróleo
- Posibles ayudas a empresas energéticas
Tiempos de incertidumbre
A estas alturas puede parecer contraproducente. No obstante, los periodos de mayor incertidumbre económica, y de mayores medidas frente a la voraz crisis energética, vienen a erigirse como las épocas en las que el ingenio y la resiliencia más pronunciada salen a la luz. Por si fuera poco, el mercado del crudo sigue siendo uno de los más beneficiados y con unos mayores márgenes para las diferentes empresas y operadores energéticos. No en vano, a mayor precio del petróleo mayor rentabilidad y, por consiguiente, mayores posibilidades de negocio para los propietarios del monopolio.
Lo tenemos crudo
Para finalizar este texto, y como viene siendo habitual en cualquier artículo de índole económica que se precie, conviene girar la vista al frente para analizar lo que se nos viene. Es decir, las perspectivas de futuro. Y es que, a pesar de que durante los últimos meses el precio del petróleo se ha logrado contener considerablemente, los expertos siguen apuntando a un año 2023 en el que los combustibles fósiles seguirán fluctuando sus precios de forma ascendente y bastante pronunciada. Algo que, como os podéis imaginar, hace que, a pesar de los topes al precio del petróleo procedente de Rusia, mantener el barril de crudo por debajo de los 100 dólares resulte una verdadera quimera








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