Desde las páginas de este diario queremos recordar a un hombre honesto, de eterna sonrisa, con firmes principios y enamorado de su profesión. Deseamos rendir homenaje al Doctor Felipe Cáceres Arvelo, nuestro padre.Nació en Telde y salió de su querida isla para cursar en la Facultad de Granada la carrera de medicina. Allí conoció a la que hasta hoy ha sido su esposa, María Rosa Jiménez Gordillo. Pronto volverían a Gran Canaria, lugar que fue su paraíso durante su vida y donde deseaba permanecer hasta su muerte.
Fue uno de los primeros médicos en abrir consulta en el sur de Gran Canaria, sintiéndose siempre respetado y querido por todos sus pacientes y considerado un digno representante de su gremio. Amaba la medicina «porque es el instrumento para curar y mitigar el dolor de quienes sufren» decía con convencimiento. Recordamos también sus palabras cuando nos comentaba que «para entender las enfermedades del cuerpo, hay que acercarse al alma del paciente». De ahí su empatía y su afectuoso trato con todos los que pasaron por su consulta, considerado como un hombre del pueblo por su cercanía y generosidad.Su esfuerzo y amor al trabajo hicieron posible la realización del sueño que siempre le acompañó durante la juventud: crear su propia clínica. Así, vio la luz la Policlínica Felipe Cáceres que hoy, más de cuarenta y cinco años después de su nacimiento, permanece abierta y prestando un servicio de calidad.
Pasados los años y en su deseo por hacer algo nuevo que repercutiese en su entorno social y familiar, pero siempre con la convicción de que su profesión era la medicina, puso en marcha un modesto proyecto turístico: los Bungalows Club Maspalomas, los cuales, tras una reforma integral en el 2018, se convertirían en el actual hotel de cuatro estrellas: Club Maspalomas Suites & Spa.Sin duda alguna, los grandes profesionales son los que aman lo que hacen y a pesar de que en los últimos años su enfermedad le mantuvo apartado del ejercicio de su profesión, ese sentimiento ha sido y sigue siendo para nosotros fuente de inspiración para superarnos cada día.La familia Cáceres Jiménez, rotos por el dolor, queremos agradecerte que siempre hayas sido un padre ejemplar; alguien a quien será muy difícil emular. Por eso, si tuviésemos que escribirte un epitafio, nos gustaría que fuese algo breve pero que te defina perfectamente: «Nos diste en vida el hermoso don de tu entrega; nos dejas, tras tu irreparable pérdida, el inmenso tesoro de tu recuerdo».
Para los que deseen acompañarnos en su despedida, este miércoles día 26 de octubre a las 18:30 horas se oficiará una misa funeral en la Parroquia de San Fernando de Maspalomas (Avenida de Tejeda, número 7).








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