Imagine que usted pone un letrero que prohíbe aparcar en su calle, con su correspondiente señal de prohibición y ejecuta una obra. Pues eso, más o menos, lo ha hecho la subcontrata que una vez mas pondrá patas arriba la calle Alejandro del Castillo. Ni escudo municipal, ni protocolo oficial, autoridad que lo proclame, ni un bando que lo anuncie. Aquí cada uno por su lado como si el terreno fuera suyo. Los vecinos de la zona envían esta foto perplejos y hartos por la jodida obra, a la que no le falta su misteriosa suspicacia.


Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.6