Teror reluce con el regreso de la Romería del Pino dos años después

Volvió, al fin, la romería-ofrenda del Pino a Gran Canaria, y lo hizo por todo lo alto dos años después de su última edición a consecuencia de las restricciones derivadas de la pandemia de la Covid-19. Cerca de 20.000 personas se acercaron este miércoles al municipio de Teror a celebrar una jornada muy especial para la Villa Mariana, en el 70 aniversario del evento más multitudinario de las Fiestas del Pino. Fue, ante todo, una jornada emotiva de reencuentro entre la Patrona de la Diócesis de Canarias y sus fieles tras dos duros años separados por la crisis sanitaria.

Desde primera hora de la mañana de este miércoles la Villa Mariana ya se había acicalado y relucía con esplendor para recibir a todos aquellos peregrinos que llevaban dos años ansiosos por poder visitar de nuevo a la Virgen del Pino.

Miles de fieles procedentes de todos los rincones de Gran Canaria se congregaron en Teror para redescubrir la magia y recuperar las tradiciones de la romería-ofrenda más importante de la isla redonda, perdidas durante dos años por la Covid-19.

No faltaron a la cita ni uno solo de los 21 municipios de Gran Canaria, quienes, junto con la representación del Cabildo insular, desfilaron ante la imagen de la Patrona, en el pórtico de la Basílica, con sus distintas ofrendas y carretas acompañadas por el folclore y por los bailes tradicionales. En total, se entregaron más de 25 toneladas de alimentos en ofrendas que serán distribuidos a entidades benéficas.

Este año, además, abrió el cortejo un grupo de cuatro camellos procedentes de Maspalomas y un grupo de mujeres ataviadas con el traje típico diseñado por Néstor Álamo. La última vez que se emplearon estos animales en la romería-ofrenda del Pino fue en la edición de 2017.

La Plaza de Nuestra Señora del Pino, epicentro de Teror y de la romería-ofrenda, se inundó de fervor religioso y de folclore mientras una cincuentena de niños y niñas presentaron las décimas dedicadas a cada uno de los municipios y al Cabildo Insular.

La carreta del municipio anfitrión, Teror, fue la primera en realizar su recorrido en dirección a la Basílica del Pino, seguida de la del Cabildo de Gran Canaria; La Aldea de San Nicolás; Mogán; Valsequillo; Las Palmas de Gran Canaria; Arucas; Santa María de Guía; Tejeda; Santa Lucía de Tirajana; Moya; Ingenio; Gáldar; Santa Brígida; Artenara; San Bartolomé de Tirajana; Telde; Firgas; Agüimes; Valleseco; Agaete y, finalmente, la de San Mateo.

El presidente del Cabildo insular, Antonio Morales, hizo un llamamiento a que la romería-ofrenda del Pino "sirva de cohesión para todos los canarios" y deseó a su vez "que nos sirva de apoyo para todos los retos que tenemos por delante".

Por su parte, Sergio Nuez, alcalde de Teror, destacó que "hoy [por este miércoles] la Virgen del Pino convoca a todos los municipios; es un día para sonreír después de dos duros años que podamos volver a estar aquí reunidos". En cambio, José Mazuelos Pérez, obispo de la Diócesis de Canarias, subrayó que "la Virgen es hoy el centro de toda la Isla, de todas las personas y de todas las miradas".

Con todo, Teror y Gran Canaria en su conjunto pudieron disfrutar este miércoles de la primera romería multitudinaria pospandemia sin ningún tipo de restricciones sanitarias; la primera de la vuelta a la normalidad, en una jornada donde, además, los peregrinos pudieron cumplir con sus promesas con la Virgen del Pino. Ni siquiera Doña Paca, de 96 años y natural de Tejeda, se quiso perder el regreso de la romería-ofrenda del Pino.