Nos ha llamado la atención lo que ha dicho la directora de la Reserva Natural de Las Dunas de Maspalomas, Marta Martínez, en una entrevista a La Provincia. Advierte de que “si todo es carta blanca para el turista, y se permite un uso sexual del lugar, dejamos los camellos, alimentamos a los gatos, y esa comida atrae ratas, y dejamos las tilapias en La Charca -porque a algunos les gusta verlas-, pues dentro de unos años Las Dunas serán un solar y no un espacio natural”.
Además, Martínez destaca que los usos que se hacen en las playas del Inglés y Maspalomas afectan al sistema dunar, como las hamacas o los kioskos los cuales “interrumpen el ciclo de la arena”.
Sin éxito en la vigilancia
La directora de la Reserva Natural también hace hincapié en que “echa en falta” mayor colaboración por parte del ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y la Delegación del Gobierno, pues viene a decir que poco se ha logrado con los vigilantes que el Cabildo ha colocado en la zona para impedir el tránsito de los viandantes. “La gente esquiva los horarios en los que hay seguridad, mientras todos los turistas quieren visitarlas”.
Sin duda de esta entrevista nos quedamos con la frase de que “el ser humano es la principal especie invasora” no sólo por el tránsito si no por la basura que arrojan muchos de sus visitantes. “Nos han llegado fotos de gente que vive en este espacio, y hasta de condones que dejan en un tarajal o terminan en la boca de los lagartos”, ha comentado.
Estos “problemas” han existido durante décadas, algunos más graves que otros, pero resulta curioso que actividades como los paseos en camellos datan desde 1960 y supuestamente “no cuentan con autorización”.
Si las hamacas y kioskos afectan al sistema dunar, ¿por qué no se han tomado medidas? ¿Antes no afectaban y ahora sí?
¿No será más bien aquellas infraestructuras turísticas construidas a conciencia alrededor de ellas las que están afectando al paso de la arena?
Kanario | Jueves, 07 de Julio de 2022 a las 22:52:02 horas
Como bién insinuas los camellos si tienen autorización, vienen incluso regulada su actividad en el plan rector de la reserva natural especial de las dunas de maspalomas, también dichos animales caminan siempre par de veces por un mismo sendero sin salirse nunca de él y sin afectar a la flora nativa de la reseva pues no estan en contacto directo con ella. Por esa misma regla de 3 deberíamos cerrar todos los senderos abiertos al público de parques como el parque natural de tamadaba. Además en ningún momento transitan por la zona de máxima protección del la reserca ( zona de exclusión).
Los verdaderos problemas de la reserva son los gatos asilvestrados que son alimentados en sitios cercanos fuera de la reseva como en los aledaños del parque tony Gallardo. La flora invasora como el rabo de gato, una suculenta que crece en la charca y sobretodo ciertas personas que hacen caso omiso de los senderos homologados tirando basura. Además de ciertas construcciones costeras por toda la isla que van frenando la recarga de arena de la reserva.
No entiendo sinceramente tanto empeño con los camellos, que además de estar en el límite de la reserva, en esa zona se nota como cada vez hay más tarajales. Por mi parte lo considero un valor cultural más y atractivo turístico, además las veces que he ido he visto sinceramente animales en aparente buen estado de salud y bastante tranquilos-amigables. Cada vez tengo más claro que parece haber ciertos intereses ocultos y los camellos seguramente "molestan" pese a que estan a más de un kilómetro de la franja costera. Sino fuera asi ¿porque no se meten con todos los hoteles y apartamentos que estan pegados a la primera línea de costa y pegado a la reserva o como cierto hotel dentro incluso de un palmeral de muy importante valor ecológico-histórico?
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