A propósito de los hoteles (venimos del ventilador anterior), no es curioso que no denuncien el ruido exterior. Sencillamente es porque casi todos los hoteles del sur de la isla carecen de alguna licencia y ellos mismos celebran sus propias fiestas sin límites y control alguno. Por ejemplo, a bote pronto se nos ocurren las instalaciones con música y restauración en la azoteas de complejos hoteleros de San Agustín y Playa del Inglés, algunas con más de dos décadas de ilegalidad. Cuál es la explicación para que, reconocida la ilegalidad por los propietarios, desde el ayuntamiento permitan la actividad e incluso el acceso desde fuera del establecimiento.
La vista gorda a la ordenanza municipal no le hace gracia a los que cada vez les cuesta más mantener sus negocios en la vía urbana. Es posible que el trasiego de políticos en esas habitaciones o en los salones en temporada electoral tenga algo que ver. Ahora comprenden por qué nunca salen en la foto en esas plantas panorámicas y quien lo hace es por pura ingenuidad. ¿Han visto a alguno en alguna inauguración?
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