La fuga de menores en Canarias aflora un problema social latente

En los últimos meses, empieza a ser frecuente encontrarse en los medios de comunicación de las Islas noticias sobre desapariciones de menores en torno a los 12 y 14 años de edad, lo cual ha generado una alarma social que se viene denunciando desde hace tiempo por parte de la Asociación SOS Desaparecidos en Canarias. Santiago Carlos Martín, coordinador de dicha entidad en el Archipiélago, detalla en conversación telefónica con el medio TIEMPO DE CANARIAS que "son casos que posiblemente necesiten de una atención especial por parte de profesionales; atención que quizás la familia no se la puede dar porque [la situación] se les va de las manos".

Esta tendencia que parece ir en aumento en los últimos meses llama la atención por varios motivos. En algunos casos, los menores incluso desaparecen varias veces, como el reciente caso de Yumarai, fugada de su hogar hasta en tres ocasiones entre enero y febrero del presente año. "Si antes desaparecían jóvenes de 16, 17 y 18 años, ahora están desapareciendo a partir de 12, 13 y 14 años", señala Santiago.

"Tenemos que hacer un análisis de la situación sobre los menores en nuestra sociedad; ver qué es lo que está fallando, ver dónde nos tenemos que poner a trabajar e implicar a todos los sectores: el ámbito psicológico, el jurídico, el policial... Todos los sistemas que tenemos en nuestra sociedad que, en un momento dado, pueden ofrecer ayuda en este tipo de problemas", explica.

Desde la Asociación SOS Desaparecidos existe inquietud ante el notable incremento de alertas de desapariciones de menores en los últimos tiempos, y es que muchos menores tienden ahora a solucionar sus problemas yéndose de casa. No obstante, Santiago apunta que "fugarse para estar viviendo por ahí de mala forma, con necesidades básicas como la alimentación... no creo que esa sea una situación de cara al futuro, y esa parte es la que quizás haga falta que la vea el menor".

En este sentido, considera que "por un lado hay que trabajar desde el ámbito familiar, pero después, cuando uno tiene un problema con un hijo que no controla, pues habrá que buscar herramientas, y esas nos las tiene que facilitar la Administración". Este desamparo que sufren muchas familias es uno de los principales problemas a solventar, según destaca Santiago: "Lo que no puede ser es que pidas ayuda para un psicólogo porque tu hijo está pasando por un mal momento y que la cita se alargue meses, porque la situación se va a agravar".