Con la temporada alta turística prácticamente perdida en las Islas debido al estallido de la sexta ola de la pandemia de la Covid-19 y la aparición de la variante Ómicron, las cuales derivaron en un endurecimiento de las restricciones sanitarias de las que el territorio aún se sigue recuperando poco a poco, el sector ya encara con optimismo los próximos meses gracias a la mejoría de la situación epidemiológica, si bien en Semana Santa, otro periodo clave para el sector, el Archipiélago tendrá que afrontar una dura competencia contra otros destinos líderes en dicha época, como Portugal y Grecia.
Desde el pasado lunes, el Gobierno de España ya permite la entrada al país de menores de 18 años procedentes de países extracomunitarios, entre ellos el Reino Unido, que presenten una prueba negativa de PCR realizada 72 horas antes de su llegada. La decisión ha sido bien acogida por el sector turístico y facilita su recuperación, aunque llega tarde. Los hoteleros canarios lamentan que la anterior restricción impuesta por el Gobierno estatal haya lastrado al sector estos últimos meses, los más importantes del año.
"Lo que eso supuso para el mes de diciembre, tanto para las festividades del 25 y del 31, que son fiestas familiares, e incluso para principios de enero, las familias que venían a Canarias, el primer destino de invierno para sol y playa, tuvieron que cancelar sus vacaciones. Esto fue fruto de la restricción adicional que impuso el Gobierno de España, ya que países como Portugal o Grecia no tenían dicha restricción", apunta José María Mañaricua, presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas, en conversación telefónica con TIEMPO DE CANARIAS.
Dicha decisión del Gobierno nacional, explica, "lastró el destino de Canarias y supuso una pérdida de turistas muy importante en las vacaciones de navidades, la temporada alta de mayor tarifa. Se pudo haber puesto un test adicional a esos niños británicos. Por tanto, no fue una discriminación sanitaria, sino política y poco inteligente. Gracias al buen hacer de Torres y de Castilla se ha conseguido eliminar esta restricción". En cambio, sostiene que "la ministra de Turismo ni está ni se la espera".
Mañaricua recuerda que "hemos perdido gran parte del negocio de invierno", pues "hemos tenido un enero con bajas ocupaciones, en torno al 50/60 %, y un febrero que acabaremos alrededor del 60/70 %". De cara a marzo se espera "llegar a ocupaciones del 70/75 % gracias al alivio de restricciones, y podemos ir incrementando las reservas de cara a abril, cuando esperemos que hayan decaigo drásticamente los casos y se hayan aliviado las restricciones. En abril esperamos el espaldarazo definitivo".
Tanto el decaimiento de la sexta ola de la pandemia de la Covid-19 como el fin del veto a los menores británicos sin pauta completa ha provocado que "desde hace 14 días ya empezamos a notar una subida de reservas". No obstante, a Canarias le esperan unos duros meses por delante con una competencia feroz. Mañaricua subraya que para verano "hay que recordar que se abre el Mediterráneo. Si Canarias es el destino líder en invierno, en verano es el Mediterráneo: Baleares, Grecia... Canarias está en tercer lugar, por lo que en verano ya no seremos destino líder y tendremos competencia importante".
Aun así, "el sector está plenamente preparado para acoger a los turistas que vengan"; solo queda mantener controlada la pandemia y que no surja una nueva ola de contagios. En términos generales, asegura que en este 2022 "no llegaremos globalmente al 80 % de los turistas de 2019. Llegar al 80 % sería un éxito". Haber perdido los meses de enero y febrero, "fundamentales" para el sector, impedirán acabar el año con mejores cifras.







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