Gran Canaria y Tenerife probablemente pasarán mañana, viernes, a nivel 2 de alerta sanitaria (semáforo amarillo) debido a la evolución de los contagios de covid-19 en ambas islas, aunque comienzan a apreciarse los primeros signos de estancamiento en los indicadores de incidencia a siete días.
"Es inmensamente probable", ha señalado el portavoz del Ejecutivo, Antonio Olivera, respecto a la posibilidad de que Gran Canaria y Tenerife dejen este viernes el escalón más bajo de la alerta sanitaria por covid-19 (1, semáforo verde) y escalen un peldaño.
Olivera ha señalado que, debido a la acumulación de festivos, esta vez se ha preferido posponer del jueves al viernes el cambio de semáforo covid-19, pero ha sido claro respecto a las dos islas más pobladas: ya había tendencias en ellas que apuntaban a la necesidad de elevar las restricciones y estos días se han consolidado.
Sin embargo, también ha precisado que en los últimos días se observa en Canarias cierta tendencia al estancamiento en la tasa de casos acumulados por 100.000 habitantes en siete días, sobre todo en la isla de Tenerife, donde incluso decae de forma leve.
El viceconsejero de Presidencia ha pedido prudencia y ha matizado que aún hay que esperar para determinar si la sexta ola ha llegado "a su cresta" o este estancamiento es un parón puntual y conviene que reforzar las medidas de prevención de cara a las Navidades.
En estos momentos, todas las islas de Canarias están en el nivel 1 de alerta sanitaria, menos Fuerteventura, que la semana pasada entró en nivel 3 (semáforo rojo).
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