Salvar Santa Águeda es una plataforma que nació hace unos meses con intenciones nobles, sanas y legítimas, para proteger la Bahía, el pueblo y su idiosincrasia. Una buena iniciativa contra los rumores de macroedificaciones turísticas que destrozaran la identidad de un orgulloso pueblo con identidad propia. Obtuvo incluso el beneplácito de los canarios con sus miles de firmas para apoyar la causa hasta que se reventó la Junta Directiva, y a los que salieron sólo se les escuchó que lo hicieron “por motivos personales”.
Ahora los vecinos y gran parte del colectivo están rabiosos porque podrían haber firmado a favor de la molienda sin saberlo; la plataforma fue secuestrada desde dentro por intereses privados y lamentan que han sido manipulados por los cementeros asturianos y sus soldados cipayos.
Era cuestión de tiempo que Salvar Santa Águeda superara las 15.000 firmas hasta alcanzar incluso 20.000 pero, también era un síntoma más visible que, con el tiempo erupcionara que realmente la plataforma estaba condicionada a la defensa oculta de la Fábrica de Cementos.
Amparada por intentos “espurios” como ellos mismos reconocen, no hay que ser muy avispado para saber quienes financian este movimiento desde la entidad privada, pero también lamentablemente desde la Administración Pública con dinero público, aunque suene rimbombante.
A propósito, en la simbólica fotografía para agradecer las 20.000 firmas, ¿quién fue el autor de la composición? ¿Fue también el inductor bajo contrato para que el titular en un periódico regional terminara con la palabra clave “cementera”? La Plataforma ilusionada envió este sábado su comunicado pero poco duró la alegría cuando leyeron que, habían recogido las firmas “en defensa de la cementera”.
El colectivo se vuelve opaco. Un dron que sobrevuela la zona lo monitoriza todo y lamentablemente graba como pierde fuelle una bonita y necesaria iniciativa, pero que, por sus hechos y coincidencias, la manipulación e intereses ocultos son cada vez más evidentes. Y esto es sólo la punta, estén atentos.
A la vista de todo lo anterior, ¿Cómo se sienten ahora esas 20.000 rúbricas cuando en el escrito de firma no se hablaba de cemento o usos industriales del puerto? ¿Estafados a la asturiana?


Estrellita | Jueves, 02 de Diciembre de 2021 a las 20:25:44 horas
La verdad que el impacto visual de la cementera es... horrendo!!!. Que la trasladen a otro sitio.
Estafados a la Nigeriana.
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