En el municipio de los chismes por excelencia no se podía cotillear otra cosa que la moción de censura. La incorporación de 3 de los 4 concejales de CC a la oposición ha activado la maquinaria para desbancar de la Alcaldía a Narváez. Esto no quiere decir que sean los nacionalistas quienes reboten de nuevo al gobierno, dicho sea de paso.
Las negociaciones aún no cuadran hasta que asignen la Alcaldía, es cuestión de tiempo, como casi todo, mientras, el presupuesto sin hacer, el secretario pendiente de licenciarse en la jubilación y un edificio al que solo le faltan grafitis para completar la okupación sinónimo de inactividad y principal argumento para la activación del vituperio. Si prosperará o no depende de varios factores que los contaremos después de varios cafés, pero mientras tanto, atentos a sus pantallas que esto se pone bueno.


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