
Diversificación de la mano del Turismo
Durante el último año no ha pasado una semana sin que veamos algún titular que nos diga que "Canarias tiene que diversificar su economía" al haber quedado manifiesta durante la pandemia la completa dependencia de Canarias del Turismo. Nos han repetido este titular hasta la saciedad, a menudo menospreciando al Turismo como una actividad demasiado frágil y dependiente de múltiples factores externos, potenciando el manido y desgraciado apodo de "monocultivo".
Sea como fuere, esta crisis ha dejado claro que hay que definir alguna estrategia que refuerce la resistencia de la economía canaria ante crisis como la actual, es decir, alguna estrategia que considere formas de "diversificación". Por ello, en este post vamos a contemplar algunas dimensiones de entender dicho término, empezando por la definición clásica, la diversificación económica per se de la que tanto se habla, pero añadiendo otras dimensiones más realistas ligadas al Turismo, con el fin de que no nos enrosquemos como un disco rayado en la diversificación por sectores económicos como si fuera la única vía de diversificar.
Diversificación económica por sectores
Hace ya varios años que se habla en Canarias de diversificar la economía, muy dependiente del sector terciario. No es algo nuevo, pero los demás sectores económicos (agricultura, industria) tienen poco peso y desarrollo posible. Tampoco los subsectores "de moda", de los que tanto se habla, como energías renovables o las tecnológicas, o los esfuerzos por atraer nuevas inversiones "no-turísticas" desde la ZEC, parece que proyecten un potencial de creación masiva de puestos de trabajo en el corto y medio plazo.
Nos guste o no, estamos ante un monocultivo económico basado en el Turismo y con poco potencial de desarrollo de los otros sectores, pero ello no debe necesariamente ser visto de forma negativa si este sector principal es "cultivado" de forma beneficiosa y diversificada. Es decir, un fructífero policultivo turístico dentro de un monocultivo económico. Por tanto, vamos a contemplar a continuación varias formas de "diversificar" dentro del sector turístico dándole una visión mucho más amplia a la forma clásica de entender la diversificación:
Diversificación como complemento al sol & playa
Hace varios años que ya no se puede categorizar a los turistas por perfiles únicos asociados a un sólo producto turístico, como el sol y playa, pues se ha ido imponiendo el perfil del turista multiopcional, es decir, el que se distancia de los extremos (“sólo playa”, “sólo cultura”,..) y mezcla diferentes tipos vacacionales. Un turista puede, por ejemplo, estar un día en la playa, al siguiente haciendo senderismo y al siguiente practicando deporte náutico. Es decir, que estamos ante perfiles mixtos clasificables por tipologías turísticas primarias y secundarias en función del peso de cada una en la decisión del viaje.
Por tanto, cuantos más servicios complementarios de atractivo turístico se creen (carnaval, eventos gastronómicos, culturales y deportivos, etc.), más poder de complementación se le dará al caballo de batalla "sol y playa" y, con ello, más potencial diversificador obtendrán los perfiles mixtos, lo cual, junto con el clima único, obtiene un valor exclusivo en el mapa turístico. Este proceso complementador puede reforzar actuales productos para mercados existentes hasta llegar a crear nuevos productos -por las combinaciones resultantes- y abrir el camino a nuevos segmentos de turistas que antes no se podrían captar.
Diversificación como desarrollo de productos turísticos existentes
Básicamente se trata de desarrollar productos ya existentes y no madurados con el fin de obtener un producto que consolide la actual clientela vinculada a ese producto, a la vez que atraer otros subsegmentos asociados. El mejor ejemplo para un producto con potencial de desarrollo sería el que se dirige al turista silver, que es el principal turista de Canarias en invierno y para el que tienen una especial importancia las infraestructuras y los servicios age-friendly.
En este caso, el desarrollo del producto turístico ya no sólo depende del sector privado, que en los últimos años ha invertido mucho en renovaciones y adaptaciones de sus instalaciones, sino básicamente del sector público, que en pocos casos ha ejecutado mejoras visibles en los núcleos turísticos. Hay municipios turísticos, como San Bartolomé de Tirajana, que no ha aprovechado el cero turístico para hacer mejoras de infraestructuras y servicios (aún teniendo subvenciones aprobadas desde mayo 2020), incluso quedando estos recortados a peores condiciones que antes del inicio de la crisis, como muestran, por ejemplo, la falta de alumbrado, el cierre de hamacas y chiringuitos en la playa, todo ello cuestiones muy importantes para este macrosegmento silver.
Leyenda de la imagen: De la guerra por reservar las hamacas en la piscina del hotel a la guerra por reservar hamacas en la playa: En esta imagen del 16 de octubre se puede ver como ya antes de las 9:00 horas la única zona de hamacas de Playa del Inglés (una concesión con pocas unidades vinculada a deportes acuáticos) ya tenía todas sus hamacas reservadas. El público ya es casi al 100% el cliente silver de invierno. La falta de hamacas en este inicio de temporada marca una de las graves deficiencias de servicios, difíciles de entender por los turistas.
La mayor lección que nos ha dejado la pandemia es que el Turismo es el claro motor económico canario del que, de una u otra manera, vivimos todos. En este sentido los municipios turísticos no gestionan una economía aislada e independiente, sino el sustento de toda la isla en cuestión. Por tanto, cuando el desarrollo de productos turísticos se encuentre estancado por la incapacidad, dejadez o falta de gestión municipal, podría ser necesario estudiar otras vías de actuación como la intervención por administraciones superiores o la privatización parcial o total de la gestión turística del municipio en cuestión.
Creación de nuevos productos turísticos
Aparte de la creación de complementos para productos turísticos y el desarrollo & mejora de productos existentes, el sentido real de la diversificación dentro del Turismo lo adquiere la creación de productos nuevos. Al ser Canarias un destino maduro con una multioferta de productos, cualquier producto nuevos ya podría guardar sinergias operativas o en la distribución con productos actuales ("diversificación concéntrica"). Sería, por ejemplo, el caso de una apuesta más decidida por el turismo de salud en el sentido del "medical wellness". Canarias tiene desarrollados ambos extremos del turismo de salud, por un lado la oferta de bienestar clásico y por otro lado la de turismo médico, que se podría completar con una oferta entre ambos extremos, el bienestar con atención médica. Por otro lado, de la mano de combinaciones con el uso controlado de zonas naturales pueden surgir productos interesantes (p.ej. bodas en la playa).
Otra cuestión es la creación de productos nuevos que guarden pocas sinergias con productos actuales ("diversificación en conglomerados"), como, por ejemplo, la implantación del turismo de lujo, que aún está muy poco desarrollado en Canarias. Durante la fase de confinamiento y cierre de fronteras pudimos ver que los pocos establecimientos existentes de la categoría "5GL" no sólo no cerraron, sino que contaban con una ocupación superior a la media de los que se mantuvieron operativos. En este contexto del gran lujo vuelven a tomar una vital importancia las inversiones públicas en infraestructuras turísticas comentadas en el anterior apartado. No es viable el desarrollo del gran lujo sin un desarrollo acorde del destino en sí.
Y, finalmente, en el contexto de las plataformas que dan visibilidad a los actores de un destino, una última interpretación de la diversificación:
Diversificación como extensión de beneficios intersectoriales
La diversificación real de industria y agricultura como actividad independiente va vinculada a la exportación, que se encuentra ante diversas limitaciones (competencia del plátano y el tomate, Brexit,..). No obstante, la producción local para el Turismo puede ser reforzada por la visibilidad de los marketplace de destino y las posibilidades de fidelización del turista hacia el producto que proyectan dichas plataformas. ¿Por qué un turista no puede seguir consumiendo en su casa el vino, la miel o la mermelada canaria que tanto le gustaron durante su estancia? Precisamente ese es uno de los objetivos del proyecto Canarias Destino. Y eso también puede ser considerado diversificación, aunque sea un consumo vinculado directamente al Turismo.
En definitiva, estas dimensiones de la diversificación, ligadas al Turismo, tienen un potencial de impacto en el PIB y en el empleo mucho mayor que la suma de todos los procesos aislados de desarrollos de industria, agricultura, etc. de los que se llenan titulares un día tras otro. ¿Que se mantiene el monocultivo económico y la dependencia del Turismo? Eso no es negativo, siempre que el producto turístico no sea un commodity mediocre, sino un policultivo muy competitivo, ¿o alguien ha oído quejarse a los saudís por tener un monocultivo basado en el petróleo?
Post completo en www.antoniogarzon.com
Las opiniones de los columnistas son personales y no siempre coinciden con las de Maspalomas Ahora.
Andrés Odeh | Jueves, 21 de Octubre de 2021 a las 21:08:21 horas
Gracias, Antonio, por aportar luz en un asunto de vital importancia económica para todos los canarios. Sin duda, información interesante de una voz autorizada.
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