Una manifestación más que justificada

Dice el refrán "cuando uno no quiere dos no pelean", la aplicación de este acertijo encaja perfectamente en este ruidoso y mal entendimiento entre la administración y el pueblo del Castillo y sus vecinos de Juan Grande, Aldea Blanca y el Matorral, que se ven totalmente acogotados por el estrafalario comportamiento de las instituciones, abanderadas parece ser por el propio ayuntamiento sureño, que no quita ni pone rey pero ayuda a su señor, en este caso el Gobierno de Madrid, que no escucha al pueblo y lo somete a modo y manera de los señores feudales a la excrecencia más abominable. En democracia el pueblo es soberano y se supone que se tiene que oír su voz, no se pueden acatar los principios nauseabundos, del ordeno y mando, ese cuento ya no tiene cabida, sin embargo la ubicación de la macrocarcel que se quiere ubicar en nuestro término municipal, dimana de una cacicada gubernamental irreverente y hasta escatológica. Como dicen muchos colegas que solemos escribir en este periódico -maspalomasahora.com-, a nadie le interesa la ruptura turística de Maspalomas Costa Canaria, nuestros propios gobernantes y todos los estómagos agradecidos que pululan a su alrededor, parece ser que si quieren que la instalación se lleve a cabo, en contra de la opinión generalizada de toda la gente de bien que todavía habitamos esta municipalidad. O somos tontos o nos quieren hacer tontos, como es posible que el Comité Local de NC, con la alcaldesa al frente, diga ahora que no quieren la cárcel, cuando hace unos días le remitió un escrito al Delegado del Gobierno en Las Palmas para que suspendiera la manifestación convocada para el día de hoy por los vecinos del Castillo en defensa de sus más justos derechos reinvidicativos, teniendo incluso que intervenir un Juez que haciendo oídos sordos de cuanto dicen al respecto la Alcaldía y la Delegación del Gobierno, da luz verde y autoriza la manifestación. No se puede jugar con los sentimientos de un pueblo, que harto ya de tanto gatuperio y sometimiento se rebela contra una disposición gubernamental que viene a agravar aun más si cabe su forma de supervivencia tan denostada ya por todas las instalaciones perniciosas que vienen soportando desde hace muchos años. Pienso que la manifestación promovida por los castilleros en contra la ubicación de la cárcel está más que justificada, sintiendo que la misma no sea secundada por todos los habitantes de San Bartolomé de Tirajana de manera unánime, y que en la misma se diga de una vez por todas que basta ya. Espero y deseo que la manifestación sirva de acicate para que de una vez por todas las autoridades comprendan, que no se puede gobernar de espaldas al pueblo, que este es soberano y en definitiva sepan que los tirajaneros queremos ser tratados como ciudadanos de primera y que si el turismo es nuestro más preciado tesoro no pongamos en tela de juicio su supervivencia, como consecuencia de unos acuerdos totalmente lesivos para nuestros intereses.