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El presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García Rojas. EFE El presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García Rojas. EFE

CORONAVIRUS PANDEMIA

Rojas advierte: 'Me preocupa que piensen que el pescado está vendido; así, el remedio podría ser peor que la enfermedad'

El presidente de la Asociación Española de Vacunología insta a reforzar el mensaje preventivo

CARMEN PONTE
Viernes, 18 de Junio de 2021
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Las vacunas, destinadas a personas enfermas o sanas, son novedosas y su duración aún es incierta. Aunque tienen una eficacia "altísima", alrededor del 5% podría no quedar completamente protegido.

El presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Amós García Rojas, en declaraciones a Maspalomas Ahora, ha señalado que la respuesta protectora de las vacunas frente al COVID-19 es muy alta, ya que ayuda a prevenir la enfermedad, pero no está definido si nos protege de la infección. Por eso, insiste en que "no es bueno que la gente vea conductas que les hagan pensar que ya está todo el pescado vendido, porque entonces será peor el remedio que la enfermedad”.

Mucha gente cree que las vacunas funcionan como un escudo, impidiendo que un virus infecte; por tanto, es necesario seguir reforzando el mensaje preventivo del uso de las medidas recomendadas por el Sistema Sanitario, incluyendo a las personas vacunadas.

Esto quiere decir que aquellos que hayan recibido una pauta completa pueden entrar en contacto con el SARS-CoV-2 y no enfermar, pero sí infectarse. Esto supone transmitir el problema a otra persona, con una intensidad mucho más baja que si no estuviesen vacunados. La eficacia es bastante alta, pero puede haber un pequeño porcentaje de situaciones en las que "desgraciadamente, de 100, un 5% no va a quedar protegido, pero es una cifra mínima”. Es muy poco probable que esas personas sean hospitalizadas.

Las vacunas comenzaron a administrarse el pasado mes de diciembre y siguen en estudio. Al ser muy nuevas, su duración supone una de las grandes incógnitas por cuestión de tiempo para tener monitorizada la respuesta protectora. Sin embargo, el epidemiólogo se muestra optimista porque "se ha observado un gran impacto positivo, sobre todo en las residencias de mayores”, donde no ha habido casos ni fallecimientos.

Personas que pueden vacunarse

La vacuna va dirigida a cualquier persona, esté enferma o sana. Si, al recibir su dosis, tiene síntomas de COVID-19, no se puede administrar ni la del SARS-CoV-2 ni otra vacuna. Sin embargo, en caso de ser portadora asintomática, "no corre peligro alguno”. También, están aquellas que puedan presentar algún tipo de alergia a algún componente de la vacuna que, dependiendo del perfil, puede estar contraindicada.

En cambio, aquellas que tengan problemas de coagulación pueden ser vacunadas evaluando una serie de parámetros, donde se medirá el estado que tiene en ese momento y "si no está dentro de los límites adecuados, se pospone para más adelante”. Eso sí, en los menores de 12 años no tienen la indicación de ser administrada, a excepción de menores de riesgo. Pero, de 12 a 18, se podrá vacunar según corresponda a los grupos de edad.

Nuevas variantes

La pandemia es global y "requiere respuestas globales y no parciales”, señala Amós García. Esto indica que no solo deben llegar a determinados países como España, sino también a otros en vías de desarrollo en los cuales las vacunas “son un lujo y un sueño”. Es importante, porque tiene un interés epidemiológico. Si quedan espacios geográficos amplios sin vacunar, pueden aparecer nuevos casos, lo que da lugar a la aparición de nuevas cepas, y “nos terminaría afectando”.

Frente a las nuevas variantes, la vacuna es efectiva, especialmente "las de ARN mensajero que son magníficas”. Sin embargo, es cierto que el peso protector de otras es más bajo. Existen variantes que tienen un perfil muy contagioso, y “eso significa que pueden crear un problema”. Por eso, es necesario acelerar el ritmo. Es lo que ocurre en el Reino Unido, que "tenían una cobertura vacunal elevada, pero había personas sin vacunar”. Entonces, apareció la variante hindú, con mayor presencia en estos momentos, generando un repunte que afecta a personas no vacunadas y a las vacunadas con una sola dosis en la mayoría de los casos (sin pauta completa).

Medidas de prevención

Además de los posibles riesgos de transmisión, está la imagen que se le ofrece a la ciudadanía. “Me preocupa sobre todo, en una situación tan dramática como es la de una pandemia”, insiste.

En este caso, los adolescentes no tienen percepción de riesgo, porque en líneas generales, no suelen ser colectivos que tengan muchas complicaciones por padecer la enfermedad. Pero los grupos con comportamientos irresponsables, como los que se han producido tras el fin del estado de alarma (adolescentes, jóvenes y adultos), "permiten que siga circulando el virus y alguno de ellos puede caer en un perfil de complejidad clínica mayor".

Por tanto, existen normas que se rigen desde Sanidad sobre el número de personas que se pueden reunir. Hay que cumplir con lo que dictamina desde el ámbito sanitario en función de las normativas que se vayan sacando. “Si se dice que en una mesa pueden estar 6 personas, pues en esa mesa deben estar esas 6 personas independientemente del estado vacunal o no”.

Fin de la mascarilla

El epidemiólogo prefiere no hablar de "horizontes temporales" respecto al fin de la mascarilla, sino de coberturas vacunales altas del orden del 70 % “y al mismo tiempo veamos que eso se traduce en un impacto poderoso sobre la pandemia”.

Es preferible hablar cuando se dé una disminución clara del peso de la pandemia, pero será un proceso gradual en el que "empezaremos a quitarla en determinados espacios abiertos, después en determinados espacios cerrados. No puede ser de un día para otro”, remarca.

Así que, las mascarillas de manera permanente no se quedarán, pero de manera puntual en espacios como los centros hospitalarios, "sería recomendable que todo el mundo las lleve para evitar infecciones de cualquier tipo, o si tengo una patología de base y me subo a un transporte público, tampoco viene mal”.

Es cuestión de formación y educación, que se lleva en las culturas orientales, "son muy respetuosas y solidarias”. Si se trata de un caso puntual, tienen un gran valor. Lo mismo ocurre con "el gel y el lavado de manos, que son fundamentales y deben quedarse siempre”, concluye.

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