Canarias espera por el Supremo

Será esta semana cuando el Tribunal Supremo se pronuncie sobre el recurso presentado por el Gobierno de Canarias para alcanzar su aprobación a la posibilidad de establecer el cierre perimetral en los niveles de alerta 3 y 4 en las Islas. Todo ello después de que el Tribunal Superior de Justicia rechazara esta medida y el toque de queda. Sin embargo, ambas restricciones, las más susceptibles de suponer una vulneración a derechos fundamentales, han encontrado respuestas dispares a lo largo de toda la geografía española. 

El pasado jueves, el Gobierno de Ángel Víctor Torres registró su recurso de casación sobre el cierre perimetral al entender que esta, junto a la limitación de los grupos de personas, son medidas esenciales para el control efectivo de la pandemia. Tras ello, el fiscal del Supremo dispone de tres días hábiles para presentar alegaciones. No obstante, cabe destacar que la Fiscalía General del Estado no ha dado un criterio de actuación unificado a toda la carrera fiscal, aunque cabe esperar que su línea sea la misma que la seguida por la Fiscalía en Canarias, que apoyó la adopción de la medida. 

Una vez que el informe sea remitido a la Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso, el Supremo dispondrá de un máximo de cinco días hábiles para resolver el recurso. Con el de Canarias será el primero sobre el que se pronuncie. Y es que, tras Canarias, este lunes ha sido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien se suma a los recursos, en este caso también por los cierres perimetrales, por lo que la decisión que se tome en relación a Canarias, podría sentar las bases para el resto de regiones. 

Pese a todo ello, los Tribunales Superiores de las diferentes autonomías han mostrado criterios dispares respecto a una misma restricción. Así, mientras en Canarias o Castilla-La Mancha, rechazan el cierre perimetral, en Extremadura y Galicia sí se han permitido en diversos municipios. Si bien resulta llamativo que en Andalucía, se autorizó para cuatro localidades pero se ha denegado en Montefrío en dos ocasiones.

Cae el estado de alarma, llegan los botellones

El primer fin de semana después de que el toque de queda dejara de tener efectividad en el Archipiélago, el Gobierno se preparaba para tratar de impedir que se reprodujeran en las Islas, las imágenes vistas en otros puntos del país una semana antes. Por ello, se llevó a cabo el despliegue de 7.000 agentes del orden para garantizar que se respetaban las restricciones. Sin embargo, no todo salió como esperaba. 

Aunque menos numerosos que en la Península, también se produjeron algunos encuentros que ponen en riesgo el control de la pandemia en Canarias. Así, solo el pasado viernes se disolvieron siete botellones en Las Palmas de Gran Canaria con 49 propuestas de sanción por no hacer uso de la mascarilla. No obstante, una noche antes, llegaba el preámbulo. A las 23:00 horas del jueves 13 de mayo, un amplio grupo de personas se daban cita en la playa de Las Canteras, en la capital grancanaria, para beber en el arenal. 

Si bien, los diferentes grupos no eran muy numerosos y algunos trataban de guardar distancias, pocos eran los que hacían uso de la mascarilla obligatoria. Un fin de semana en el que también destacó la celebración de una fiesta multitudinaria en un catamarán dedicado a la actividad comercial entre las playas de Tauro y la de Mogán, en la que no se respetaban las medidas sanitarias.