La fuerza del mar ha vuelto ha arrastrar arena y piedras hasta prácticamente arrasar el paseo comercial junto al Faro de Maspalomas. Se repite así la escena de este lunes, en el que la pleamar más alta vuelve a afectar el paseo de madera y parte de la escollera reforzada la pasada semana por parte del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, movimientos que están siendo investigados por Costas.
La Demarcación de Costas en Canarias ha precisado que el único paseo que cuenta con autorización es el situado por dentro del Centro Comercial Oasis (pasillo donde se ubican las terrazas de los restaurantes) por lo que “formalmente” para el organismo no existe el paseo que discurre desde El Faro a la Charca de Maspalomas si bien los polémicos trabajos de la escollera se remontan a 2010.
Partiendo de esa base, Costas investiga si los movimientos de piedra de la semana pasada por parte de la concesionaria del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana para reforzar la escollera de protección del paseo, se excedió respecto a los permisos que tiene concedidos para tareas de limpieza y de mantenimiento de la cala.
Continúan así los trabajos de investigación de la Demarcación que este martes ha trasladado a la zona a varios topógrafos que estudian el deslinde que separa el dominio público marítimo-terrestre de los locales privados en el polémico tramo.
En declaraciones a Maspalomas Ahora, el jefe de Demarcación de Costas en Canarias, Rafael López Orive, ha recalcado que si los locales del centro comercial Oasis están en peligro: “son ellos quienes tienen que pedirle a Costas ayuda y no a terceros” en referencia a las llamadas -obras de defensa- recogidas en el artículo 9 del Reglamento General de Costas.
En este sentido, especifica que “los propietarios de los terrenos amenazados por la invasión del mar o de las arenas de las playas, por causas naturales o artificiales, podrán construir obras de defensa, previa autorización o concesión, siempre que no perjudiquen a la playa ni a la zona marítimo-terrestre, ni menoscaben las limitaciones y servidumbres legales correspondientes”.
López Orive asegura que, si comprueba que el mar afecta a los locales privados, habrá que hacer “una modificación del deslinde a la realidad física de la ribera del mar en este tramo de costas".
Sin embargo, ha recordado que se trata de un centro comercial que se hizo “de espaldas al mar por lo que sus terrazas deberían mirar hacia el interior, ya que no cuentan con autorización para ubicarlas en la arena”, a lo que ha añadido que la mayoría de estos locales son semisótanos y están sancionados.
Zona acordonada
Mientras tanto, la Policía Local ha vuelto a acordonar la zona de una parte del paseo que da acceso a la playa de Maspalomas, la cual quedó dañada de nuevo hoy por la crecida del mar.
El lunes operarios municipales procedieron a retirar parte de la pasarela dañada asegurando la seguridad de los viandantes y se reparó el acceso a personas de movilidad reducida el cual fue retirado para el paso de vehículos municipales, según explicó a este diario el edil de Playas, Samuel Henríquez.
“El mar reclama lo que es suyo”
Por su parte, vecinos sensibilizados con la zona entre ellos Iván Monagas han apuntado que lo sucedido ayer es "consecuencia" de los movimientos de piedras realizados hace una semana por parte de la concesionaria municipal que propiciaron que la escollera ganara en altura en la zona que se encuentra más próxima al faro.
“El mar reclama lo que es suyo”, ha sido una de las frases más compartidas en redes sociales por los ciudadanos que exigen que esta parte de la playa vuelva al estado en el que estaba.








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