Magrebíes irregulares: “Español, te vamos a cortar el cuello”

Recuperar la tranquilidad y la normalidad cuesta mucho, sobre todo, cuando la sociedad vive en un estado de alerta permanente, debido a que, los índices de violencia han aumentado en Gran Canaria por el flujo migratorio.

No es una percepción como apunta Mario González, sino una realidad que" disfrazan" para hacer ver que se hace con intención de crear racismo.

Mario es un vecino de Maspalomas, en el sur de Gran Canaria, víctima de amenazas por magrebíes irregulares. Al salir de su casa, comprueba a diario si hay alguien a su alrededor e incluso llega a esquivar calles que hoy son transitadas por aquellos que se alojan en complejos turísticos cerca de su domicilio.

“Estoy en alerta, cuando me subo al coche me miran con desafío”. No es la primera vez que varios vecinos han declarado a este medio que apenas pueden salir de su coche al llegar a casa, o al hacerlo ni siquiera se apartan. Los robos de teléfonos móviles así como los bolsos en las mujeres, se han intensificado.

Su inseguridad se eleva cuando al asomarse por la ventana le gritan “¡español, te vamos a cortar el cuello!”, pero al llamar a la Policía comprueba que la seguridad se ha esfumado.

“Van en grupos grandes sin distancia, se sientan en la misma puerta de mi casa, me hacen gestos con el dedo en el cuello… no se puede vivir así, ya tenemos suficiente con el Covid” señala. Los propios trabajadores de Cruz Roja “ven estos actos y no recriminan estas actitudes a los inmigrantes”. Al escuchar “¡puto español!", hacen "oídos sordos”.

Como muchos apuntan, Canarias en estos momentos tiene un grave problema que debe solventar con urgencia bajo las opiniones de innumerables testigos, empresarios del sector, y algunas instituciones. Además, la seguridad es un derecho que todos los canarios reclaman de forma permanente y efectiva al Gobierno.