En Canarias se está sembrando la semilla del caos en cuanto a la gestión de la inmigración. El pasotismo del Gobierno central, así como la apertura de centros de acogida temporales que no cuentan con las condiciones óptimas han dado como resultado que incluso los propios migrantes comiencen a alzar la voz ante la frustración de ver impedida su posibilidad de continuar su ruta migratoria hacia otras comunidades o países para reencontrarse con sus familiares y, de una vez, comenzar la ansiada vida de prosperidad que anhelan.
La apertura del campamento de Las Raíces, en Tenerife, ha traído más de un quebradero de cabeza y es fiel reflejo de cómo se está gestionando desde Madrid la crisis de la inmigración en Canarias. El mismo día en el que llegaron un centenar de migrantes hasta estas instalaciones, el campamento se presentaba inundado debido a las lluvias que, durante esos días, caían en el Archipiélago. Pero no ha sido el único. Este lunes, desde el campamento Canarias 50, ubicado en Las Palmas de Gran Canaria, salían a la luz imágenes en las que los propios inmigrantes denuncian que un reguero de aguas fecales inunda las carpas.
Inmigrantes que comienzan a mostrar su hartazgo ante una situación que parece no tener fin y que se ha visto reflejado en diversos actos de protesta llevados a cabo. Uno de ellos fue una manifestación que se produjo en Puerto Rico, donde protestaban contra su posible deportación o traslado al campamento de Tenerife. En ella participaron una treintena de personas quienes, a través de varias pancartas, manifestaban su deseo de ir a Barcelona o a Madrid y su rechazo a ir a Tenerife o Marruecos. A ello hay que sumar la frustración que los propios migrantes comienzan a sentir al no conseguir continuar su viaje más allá de tierras canarias.
La paralización de las deportaciones e, incluso, las desviaciones a otras comunidades, han generado en el Archipiélago un conflicto de tensión entre los propios migrantes, pero que también se comienza a extrapolar a algunos sectores de la población local. El propio delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, restaba gravedad a la situación y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunciaba que las deportaciones comenzarán otra vez a partir del día 24 de febrero. Pero más allá de la situación de los migrantes adultos, Canarias cuenta con otro problema: los menores no acompañados.
Al menos 2.652 inmigrantes que aseguran tener menos de 18 años
El Gobierno de Canarias tutela a 2.652 inmigrantes llegados en patera en los últimos meses que aseguran ser menores, de los que en realidad ignora su edad en tres de cada cuatro casos; en concreto, en 2.016, 1.575 en la provincia de Las Palmas y 395 en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Por ello, ante el elevado número de menores que están bajo la responsabilidad del Gobierno regional, este se ha visto obligado a solicitar la ayuda de otras comunidades autónomas que, hasta el momento, han mostrado poca ayuda. Así, solo Cataluña, Valencia, Navarra, Extremadura y Aragón que supondrían, únicamente, el traslado de 95 plazas, es decir, el 3,5 % del total.
No obstante, existe la sospecha de que una parte de estos más de 2.600 menores, no sean tal. Así, el Gobierno canario gestiona con la Fiscalía, la Policía, Sanidad y el Instituto de Medicina Legal una reordenación de las 2.016 pruebas de edad que aún están pendientes de hacer para determinar la edad de otros tantos inmigrantes que aseguran ser menores, para dar prioridad absoluta a 300 casos en los que sospecha que superan los 25 años. Estos 300 presuntos adultos que se camuflan como menores para evitar una deportación, asegura la directora general de Protección a la Infancia de la comunidad, Iratxe Serrano, están protagonizando "el 95 por ciento" de los incidentes y altercados que se están produciendo en los centros de menores y son una mala influencia para los verdaderos niños, porque no se someten a ninguna norma.
Ante todo ello, partidos como Coalición Canaria, han denunciado que el propio Gobierno central propicia que pueda surgir un "brote de frustación y de agresividad" contra los inmigrantes que han llegado en patera a Canarias debido al "desprecio y abandono" al que somete, a su juicio, a las islas. El secretario general de la formación nacionalista, Fernando Clavijo, ha lamentado que la política migratoria española genere "el caldo de cultivo para que haya algún proyecto político absolutamente irresponsable" como la ultraderecha, que, a su juicio, está tratando de "sacar tajada de esta desgracia" a cambio de "un puñado de votos”.
Además, lamenta que Canarias “tenga que cargar” con la totalidad de la cuota de solidaridad de Europa “con la connivencia de los Gobiernos de España y las islas”. Por todo ello, solicita que se impulsen medidas y soluciones “que no pasen por seguir levantando macrocentros en Canarias”.
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