Vecinos de Maspalomas temen salir a la calle ante el acoso, robos y amenazas cometidos por magrebíes irregulares

Vecinos de Maspalomas han denunciado el continuo acoso de inmigrantes magrebíes irregulares en las zonas públicas del municipio donde temen salir a la calle para evitar que les roben o amenacen.

Así lo explicaron varios vecinos y familias a este diario en un recorrido por las zonas donde se ha detectado una mayor presencia de estos irregulares sin control, indocumentados y con derecho a la libre circulación por todo el municipio.

Miedo en las playas

En este sentido, los bañistas es uno de los colectivos más afectados, que ha notado un aumento considerable de irregulares magrebíes en las playa del Inglés y Maspalomas. Allí se esconden entre los matorrales con el fin de cometer hurtos o deambular por la arena en busca de altercados con los residentes.  

Además, mientras las mujeres pasean por la orilla es habitual que las persigan, y en su idioma, las acosen continuamente con palabras soeces e intimidatorias, revelaron a este periódico varias afectadas; una de ellas, que conoce el idioma, reprobó esta actitud vulgar.

Sin embargo, un desencuentro con los inmigrantes es la peor opción puesto que se agrupan y amenazan a familias enteras que deben abandonar la playa para evitar consecuencias graves.

A pesar de las continuas llamadas a los cuerpos de seguridad, es difícil constatar la presencia de unidades de vigilancia, al menos para crear un efecto disuasorio.

Menos vecinos y más irregulares

En las últimas semanas, y ante los acontecimientos, la presencia de residentes ha disminuido considerablemente en las zonas públicas por miedo mientras, por otro lado, crecen los grupos de migrantes abandonados a su suerte sin identificación y lugar de localización desde que fueron expulsados de sus hoteles, en los que disfrutaban de pensión completa.

La existencia de estos en las vías públicas, parques y zonas deportivas, cajeros automáticos o supermercados es habitual en busca de víctimas para robarles, añaden los afectados, no sólo en declaraciones a este diario sino a través de las redes sociales o en conversaciones mantenidas entre vecinos.