Una nueva valla vuelve a impedir el acceso a los bañistas a la playa de Tauro. La Policía Local impidió el paso hace alrededor de una semana a los usuarios que se dirigían a la playa para su disfrute “diciéndoles que permanecería cerrada por obras”, según han afirmado a este diario.
Se trata de un nuevo cierre por parte del grupo Anfi, la empresa promotora de la transformación de una cala de cantos a una playa de arena proveniente del Sáhara. Si bien la playa permaneció cerrada durante años hasta por bloques de hormigón, fueron los propios vecinos los que tumbaron las medidas que impedían el paso por la paralización de las obras y alegando al "uso de dominio público”.
En la zona se encuentran alrededor de 100 vecinos, que han recurrido las órdenes de desahucio en su contra, y algunos negocios de restauración, a los que también les han puesto impedimentos durante estos días para entrar a la zona.
La Fiscalía detectó supuestas irregularidades en 2007 en la concesión administrativa de la playa al grupo turístico para cubrir con 70.000 toneladas de arena rubia lo que hasta entonces había sido una cala de callaos, este proyecto urbanístico permanece bloqueado por la justicia. La Demarcación de Costas de Canarias había suspendido los permisos a la promotora y estudiaba, por aquel entonces, la fórmula para devolver el enclave a la administración.
Sin embargo, la empresa de Santana Cazorla asegura que continuará con las obras de transformación de la playa.



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