Los botellones improvisados a pie de playa que se forman en el Bar L'olas, en el paseo de la playa de Maspalomas, ha ido a más cada semana desde el fin del confinamiento. Las aglomeraciones de jóvenes, sin mascarillas, ni distancia de seguridad, no han pasado desapercibidas en las redes sociales y este fin de semana el hartazgo ha explotado ante la inconciencia de muchos, mientras en el resto del país vemos como la situación se complica con serios rebrotes de covid19.
Este bar tiene interior, pero también una barra en el paseo de la playa donde se sirven bebidas y se acompaña de música y deejays incentivando este tipo de concentraciones. La policía hizo varias veces su aparición pero la mayoría de veces la fiesta continuaba. No es un secreto para nadie que el dueño de este local es hermano del teniente de alcalde Alejandro Marichal, razón de más para dar ejemplo ¿no? Aunque como bien apuntaba un comentario: “Su hermano no es responsable de las personas ni de la seguridad, para eso hay una concejala”. Suponemos que, una vez más, la disputa de competencias ha impedido la actuación contundente por parte del Ayuntamiento.
La presión de las redes
Finalmente, ha sido la presión de los internautas los que han llevado a este local a suspender, de momento, todas sus fiestas. Fue el propio negocio quien colgó un video donde se veía la aglomeración de gente en la playa sin ninguna medida de seguridad y así se generó “la controversia de opiniones” del tipo: “Negocio es negocio, pero no a cualquier precio, para que sigas haciendo negocio arriesgas a toda la población, inconcientes”; “Luego no se quejen cuando nos tengamos que quedar todos en casa con gilipolladas como estas”. A lo que el L’olas respondió: “Todas las medidas de bioseguridad necesarias son aplicadas de forma rigorosa ( citamos literalmente ) en el interior del local, pero en el exterior, en la playa no pueden controlar las medidas que adoptan”, añadiendo un llamamiento a su clientela para el uso de mascarilla y la distancia de seguridad.
Sin embargo, el aluvión de criticas fue tal que horas después la dirección L’olas informaba de que “dada la controversia generada por la aglomeración de público en el exterior de nuestro local, en la playa de Maspalomas, se anulan todas las fiestas para evitar estas situaciones. Las celebraciones privadas que se deseen realizar deberán hacerse previa reserva”.
Imaginamos que se referirán a eventos privados en el interior del local, ya que la playa es pública… A propósito de todo…¿Cuenta este local con la licencia para hacer este tipo de fiestas?
Vídeo que circula por redes sociales y WhatsApp:
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