Farmacia Principal, en Avenida de Gáldar, dona productos infantiles para familias necesitadas

El farmacéutico y gerente de la Farmacia Principal, en Avenida de Gáldar 44 en San Fernando de Maspalomas, ha realizado y donado un pedido para abastecer de productos infantiles y de primera necesidad a una veintena de familias con bajos recursos de municipio, que distribuirán los Servicios Sociales del Ayuntamiento.

“Los beneficios en estos momentos no son para acumularlos, sino para compartirlos”, ha explicado.

Estos productos, como potitos, pañales, leches, papillas, toallitas, entre otros, serán donados a las familias necesitadas de San Bartolomé. El gerente de Farmacia Principal, que mantiene su trabajo y atención diaria durante la crisis sanitaria, contactó con el Ayuntamiento para “ofrecer colaboración” y de esta forma “aportar un granito de arena en estos momentos complicados”.

Desde Servicios Sociales les comunicaron las necesidades y se pusieron “manos a la obra”, con un pedido que “ha sido entregados a funcionarios del servicio el viernes para su reparto entre quiénes lo necesiten”.

Este pedido es parte de una línea de trabajo que Farmacia Principal que dirige Sebastián Sánchez se plantea a largo plazo. La crisis no es solo hoy, “preocupa también el día de mañana” y la crisis económica derivada del coronavirus, que “golpeará sobre todo a las familias más vulnerables” de este municipio turístico.

Por ello, el plan de contingencia de esta farmacia se ha planteado “al menos hasta final de año” y durante el tiempo que la empresa se lo pueda permitir sin que peligren la casi una treintena de puestos de trabajo que mantiene este establecimiento.

La idea, es “realizar un pedido mensual según las necesidades que trasladen los Servicios Sociales”, aunque también “podría ser puntual o semanal, lo que haga falta”, asegura el farmacéutico Sebastián Sánchez.

Este esfuerzo lo hacen “porque es el momento como empresa de repartir lo que durante varias décadas ha funcionado gracias a la fidelidad de los clientes”, que ahora “lo pasan mal”. Desde detrás del mostrador se observan “las carencias de la población y los efectos económicos sobre las familias”, y en la vida “estas cosas pasan” y cuando pasa, “llega el momento de dar y compartir”.

En su farmacia, de unos 600 metros cuadrados, Sebastián Sánchez suministra medicamentos, veterinaria, productos infantiles y para mayores, dietética, higiene personal y cosmética, entre otros campos de la salud en general. Toda esta gama “estará disponible si el Ayuntamiento los necesita” para ayudar a las personas de menos recursos de San Bartolomé. Se hará “la máxima inversión posible dentro de las posibilidades” del negocio, ha subrayado. 

La crisis sanitaria por el coronavirus es “como de película”, algo nunca visto en sus cuatro décadas ejerciendo como farmacéutico. 

El día antes de la declaración del estado de alarma los vecinos “hicieron acopio de todo, mascarillas, geles, una tendencia que se mantuvo un tiempo” pero que en la actualidad “ha pasado a ser compras regulares y de todo tipo”.

Como es habitual, lo que más se consume son medicamentos y productos esenciales, en un ambiente de “nerviosismo e incertidumbre entre los clientes”. 

Como farmacéutico, le preocupa la falta de mascarillas que durante este tiempo ha generado “mucha inquietud”, asegura, aunque confía que se haya resuelto. Hasta ahora “llegaban a cuentagotas y con la alta demanda, volaban”. Tal y como afirma, en su farmacia “se vendían a precio de coste, sin beneficio alguno”, pero se “agotan muy rápido” y no están llegando a toda la población.

Como empresario y ciudadano, le preocupa “el día de después” y las consecuencias que se produzcan de esta pandemia. “La realidad ha superado a la ficción”, señala.

La salida de esta situación, a su juicio, depende de la colaboración de todos, y por eso le gustaría que sus compañeros farmacéuticos se sumasen a esta iniciativa.